El Canal pagó 22 millones por Emissao en Suiza desde dos cuentas colombianas no autorizadas
El Canal de Isabel II pagó 22 millones de euros en Suiza desde dos cuentas fiducia colombianas no autorizadas para comprar la sociedad brasileña Emissao en el año 2013. Los investigadores afirman que esta operación estuvo dirigida por el ex presidente madrileño, Ignacio González, que pactó repartir una comisión de 5,4 millones de dólares.
Según la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, UCO, González recibiría 1,8 millones de euros al cambio de mordida, mientras el exdelegado del Gobierno en Ceuta, Luis Vicente Moro; el expresidente de Inassa, Edmundo Rodríguez Sobrino; el exgerente de Inassa, Diego García Arias y el exgerente de la filia colombiana Triple A, Ramón Navarro Pereira, recibieron 900.000 euros cada uno por esta operación.
Emissao fue adquirida oficialmente por 21 millones de euros y año y medio después su valor apenas superaba los 5,5 millones. Sin embargo, el Canal de Isabel II pagó un total de 27 millones, de los cuales algo más de 5 se repartieron en las citadas comisiones. Gran parte de dichas mordidas se desviaron desde Suiza a Colombia, Brasil, Panamá o Santo Domingo.
Según un informe pericial del pasado 17 de octubre encargado por la actual dirección del Canal, incluido en el sumario del caso Lezo, al que ha tenido acceso OKDIARIO, «los pagos por la compra de Emissao se hicieron, presuntamente, con fondos procedentes de estas dos cuentas fiducia Helm Fiduciaria S.A. y Fiduciaria de Occidente. El destino del primer y tercer pago por la compra del 75% de Emissao, por importe de 20 millones de dólares y 4,4 millones de dólares, respectivamente, se realizó a cuentas en Suiza».
La fiducia mercantil es un negocio jurídico en el que una persona llamada fiduciante transfiere uno o más bienes especificados a otra llamado fiduciario, quien se obliga a administrarlos o enajenarlos, para cumplir una finalidad determinada por el constituyente, en provecho de éste o de un tercero llamado beneficiario.
El informe pericial presentado por el Canal de Isabel II destaca que «la apertura de las cuentas de fiducia por parte de Inassa se realizó desde Colombia sin el conocimiento y aprobación ni del Consejo de Canal Extensia, ni del Consejo de Canal Gestión, ni del Consejo del Ente. De haberse abierto una cuenta corriente a favor de Canal Extensia u otra entidad del Grupo Canal donde se depositaran los fondos, dicha operación debería haber contado con la aprobación previa de la Consejería de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid».
El contrato con Helm Fiduciaria S.A. fue descubierto en abril, mientras el suscrito con Fiduciaria de Occidente ha sido desvelado en el referido informe pericial de octubre. Este segundo contrato con fecha 18 de febrero de 2013 está firmado por Germán Sarabia Huyke en representación de Inassa, como fideicomitente, y por Adriana Chavarro Callejas en representación de Fiduciaria de Occidente, S.A., como fiduciaria.
Dicho contrato «no especifica que Canal Extensia deba autorizar o comunicar bien a Fiduciaria de Occidente. S.A. bien a Inassa, las disposiciones de los fondos propiedad de Canal Extensia». Además, a diferencia del contrato de fiducia mercantil suscrito con Helm Fiduciaria. S.A., el beneficiario del fideicomiso en este caso es Canal Extensia.
En la tarjeta de firmas autorizadas facilitada por Canal Gestión, las personas con poderes son Diego Garcia Arias, Germán Sarabia Huyke, Luzmila Elías Nader y Rosario Pérez Alvarez, todos ellos trabajadores entonces de Inassa. Las decisiones en cuanto a los movimientos de fondos recaían sobre Inassa como se desprende de las personas que figuran en las tarjetas de firmas autorizadas.
«Las cuentas fiducia, presuntamente, se nutrieron de los fondos que correspondían Canal Extensia procedentes de la reducción de capital en Inassa y de dividendos pendientes de distribuir por esta última» concluye el informe pericial.
Mordidas canalizadas en Santo Domingo
Tal y como avanzaba este diario, según el testimonio del exgerente de Inassa, Diego García Arias, el expresidente de Inassa, Edmundo Rodríguez Sobrino le “pidió ayuda” para “canalizar la comisión” correspondiente al exdelegado del Gobierno en Ceuta, Luis Vicente Moro.
Por este motivo, García Arias recibió la cantidad de 1,5 millones de euros, de los que 900.000 les corresponderían a él por su participación en la operación, 200.000 se los transfirió a Rodríguez Sobrino en una de las sociedades que titulaba en Panamá y cuyo destinatario final sería González, y la cantidad de 400.000 fue entregada en efectivo en República Dominicana al citado Luis Vicente Moro.
Dicho montante habría sido ingresado por el exdelegado del Gobierno en Ceuta en el Banco BHD 25, mediante la apertura previa de una cuenta, obteniendo a su vez una tarjeta de esta entidad bancaria, la cual supuestamente sería la utilizada por Moro para gastar el dinero.
García Arias añadía que el motivo por el cual “la gente de Colombia” recibió y canalizó las cuantías correspondientes a las comisiones de González y Moro “se debió a la dificultad de éstos a la apertura de cuentas bancarias con motivo de las causas legales y antecedentes penales en los que ambos se hallan o se han hallado implicados”.