En el Ministerio de Defensa

Los perros de los Mossos aprendieron a detectar el explosivo del ISIS dos meses antes del atentado

Mossos
La Unidad Canina de los Mossos busca drogas y explosivos en el interior de un vehículo.

Los perros de la Unidad Canina de los Mossos d’Esquadra fueron adiestrados para detectar el explosivo habitual de Estado Islámico, conocido como la madre de Satán, el pasado mes de junio en el Instituto Tecnológico La Marañosa, dependiente del Ministerio de Defensa.

Esta unida especializada la Policía autonómica catalana participó con sus canes en un cursillo de cuatro días, impartido en San Martín de La Vega (Madrid), tan sólo dos meses antes de los atentados de Las Ramblas y Cambrils.

Y pese a ello, como ha informado OKDIARIO, cuando se produjo la explosión del chalé de Alacanar (Tarragona) en el que los terroristas intentaban fabricar la madre de Satán, no se realizó desde el primer momento una inspección del lugar con los perros que acababan de ser adiestrados para ello.

De haberlo hecho, los canes habrían detectado de inmediato la presencia de rastros de acetona en la explosión (uno de los competentes básicos del peróxido de acetona, el explosivo utilizado por Estado Islámico), lo que habría disparado todas las alarmas y habría centrado la investigación en el terrorismo yihadista.

Una «gravísima negligencia»

No se hizo así. En su primera inspección visual, los Mossos plantearon la sospecha de que el chalé de Alcanar que había estallado era un «laboratorio clandestino de fabricación de drogas» y enviaron al hospital de Tortosa al único superviviente de la explosión, el terrorista Mohammed Houli Chemlal.

Transcurridas 17 horas sin que se tomara ninguna medida al respecto, otro miembro de la célula yihadista de Ripoll, Younes Abouyaaqoub, llevó a cabo el atropello masivo de Las Ramblas: al volante de una furgoneta, recorrió 700 metros en la zona peatonal de la gran arteria turística de Barcelona, llevándose por delante a decenas de personas, con el resultado de 15 muertos y 130 heridos. Luego emprendió la huida a pie, sin que nadie le interceptara.

Expertos consultados por OKDIARIO han calificado como una «gravísima negligencia» que los Mossos no inspeccionaran desde el primer momento las ruinas del chalé de Alcanar con los perros que habían sido entrenados, tan sólo dos meses antes, para detectar el explosivo habitual empleado por Estado Islámico (ISIS).

No hay que olvidar que, ya en ese momento, España se encontraba en alerta 4 antiterrorista (el nivel máximo es el 5). La presencia de más de un centenar de bombonas de gas entre las ruinas de la vivienda –que se encontraba okupada por los terroristas desde hacía varios meses– llevó a la juez de guardia a plantear la posibilidad de que en el lugar se estuviera preparando un atentado. Los Mossos desecharon esta opinión.

Un laboratorio pionero en todo el mundo

En caso de haber llevado a cabo la inspección con los perros de la Unidad Canina, se habría confirmado esta sospecha. Algo que habría permitido interrogar al terrorista herido para identificar a sus cómplices, antes de que ocurriera el atropello masivo de Las Ramblas.

Ante el chalé se encontraban estacionados los vehículos de dos de los terroristas (una moto de Mohamed Hichamy y un Peugeot 306 de Houssaine Abouyaaqoub), lo que habría permitido identificarlos y seguir su rastro.

La Unidad Canina de los Mossos cuenta con perros adiestrados para detectar drogas, explosivos y personas desaparecidas. Y precisamente dos meses antes de los atentados habían participado en un curso para detectar la madre de Satán en un centro especializado del Ministerio de Defensa.

El Instituto Tecnológico de La Maraña cuenta con un laboratorios que es referente mundial en investigación sobre las amenazas de guerra química y biológica. A este laboratorio llegan muestras de atentados terroristas cometidos en distintos puntos del planeta, para su análisis.

Ácido sulfúrico y agua oxigenada

Tal como hizo con los Mossos en junio, el Instituto lleva a cabo habitualmente prácticas con las unidades caninas de la Policía Nacional, la Guardia Civil, las Policías autonómicas y otros cuerpos de seguridad de Europa para detectar explosivos. Estas actividades se han intensificado a lo largo de los dos últimos años, dado que toda Europa se encuentra en alerta antiterrorista frente al yihadismo.

El peróxido de acetona (TATP), conocido como la madre de Satán, es el explosivo utilizado habitualmente por Estado Islámico por su fácil fabricación. Para elaborarlo, los terroristas utilizan ácido sulfúrico (que pueden extraer de la batería de un coche), peróxido de hidrógeno (es decir, agua oxigenada) y acetona.

Los yihadistas de la célula de Ripoll habían comprado 500 litros de acetona. Los perros policía son adiestrados precisamente para detectar este compuesto en los rastros de una explosión. El imán y cerebro de los atentados Albdelbaki Es Satty y otro de los miembros de la célula yihadista, Youssef Aalla, fallecieron cuando intentaban fabricar esta sustancia, algo que evitó una matanza aún mayor.

Estado Islámico ha utilizado este explosivo en los atentados de Londres del 7 de julio de 2005, en los atentados de Paris el 13 de Noviembre de 2015 y en el Aeropuerto de Bruselas el 22 de marzo de 2016. La Policía israelí bautizó el TATP como la madre de Satán, porque era el explosivo utilizado con frecuencia por los terroristas de Hamás. Esta sustancia también estaba presente en los atentados de Casablanca (Marruecos) de 2003, perpetrados por un grupo salafista que tenía vínculos con los terroristas del 11M.

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