Almacenada por los terroristas en la casa de Alcanar

Los Mossos tampoco controlaron los 500 litros de acetona para bombas que compraron los yihadistas

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La casa de la célula yihadista en Alcanar tras la explosión.
Manuel Cerdán

Los autores del atentado de Barcelona y Cambrils lograron comprar con facilidad 500 litros de acetona porque los Mossos de Escuadra no cumplieron con la obligación de controlar la distribución de ese tipo de producto químico.

La acetona está incluida en la lista de precursores de la categoría 2 y su expedición está sometida a una inspección especial por parte de las Fuerzas de Seguridad. Y, en Cataluña, la supervisión de la compra de grandes cantidades de ese líquido es competencia de los Mossos.

La compra de acetona está condicionada, por tanto, a esa vigilancia porque es una sustancia que utilizan los narcotraficantes para la elaboración de estupefacientes. La venta de precursores está regulada por una ley de junio de 2009. En febrero pasado así mismo se aprobó el Real Decreto 129/2017 por el que se aprobaba el reglamento de control de precursores de drogas, sujeto a las directrices de las Naciones Unidas y de la Unión Europea.

El artículo 15 del Decreto se refiere a la obligación que tienen los comerciantes de informar a las autoridades de las operaciones sospechosas. Esta medida conlleva la identificación de las personas físicas o jurídicas que participan en la operación comercial, sobre todo cuando los productos puedan ser desviados hacia la fabricación ilícita de estupefacientes o sustancias psicotrópicas.

Como operaciones sospechosas se incluyen aquellas que se realicen con “el pago en efectivo en la compra de grandes cantidades” o “cuando la mercancía se retire con vehículo propio”.

Esas operaciones dudosas de la venta de productos de las categorías 1 y 2, entre los que se halla la acetona, deben ser comunicadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, según la ley.

OKDIARIO ha realizado una comprobación en una de las más importantes droguerías de Madrid donde se despacha acetona. Un trabajador de Manuel Riesgo S.A, una de las droguerías históricas de la capital, manifestó a OKDIARIO que los terroristas jamás podrían haberse llevado de su comercio tal cantidad de acetona porque lo habría impedido la Guardia Civil. Los drogueros no pueden vender acetona a particulares sin antes informar cualquier transacción a las Fuerzas de Seguridad.

Sobre la cifra de 500 litros vendida a los yihadistas en Cataluña señaló que esa transacción jamás se habría podido producir en su tienda. No por la cantidad sino por el control, que afectaría a cualquier cantidad. Y esa supervisión, según fuentes policiales, en Cataluña compete a los Mossos.

“Está claro que si la policía autonómica no realiza por rutina esa inspección de las ventas de acetona u otros productos precursores, sobre todo pensando en el narcotráfico, ya no en el terrorismo, los comerciantes no se ven obligados a comunicar los datos”, señalaron.

El juez Fernando Andreu, titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, que dirige las investigaciones, señalaba en el auto judicial del pasado 22 que los días 1 y 2 de agosto los terroristas compraron “una importante cantidad de acetona” en un almacén de la zona. Según el magistrado, por las facturas encontradas en el chalé de Alcanar, los terroristas como mínimo se hicieron con 500 litros.

La madre de Satán

La acetona es un precursor químico utilizado por los terroristas para fabricar bombas caseras –con peróxido de acetona- como la aparecida en el atentado de julio de 2005 en Londres en el que se inmolaron cuatro yihadistas.

El peróxido de acetona (TATP, por sus siglas en inglés) es un explosivo muy utilizado por los terroristas suicidas de Medio Oriente. Es conocido por el nombre de Madre de Satán por su gran poder destructivo. Y sus componentes pueden ser obtenidos de los productos domésticos más sencillos, como la acetona comprada en almacenes y droguerías.

El peróxido de acetona puede lograrse tras la mezcla de ácido sulfúrico, peróxido de hidrógeno –se obtiene en las farmacias en productos desinfectantes- y la acetona que se utiliza en pequeñas cantidades para el esmalte de las uñas.

A simple vista el TATP o Madre de Satán es un polvo blanco y pasa desapercibido como cualquier otro producto de cocina. Para muchos terroristas tiene la ventaja de que resulta difícil detectarlo por los controles tradicionales de las terminales aéreas.

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