Los Mossos encuentran un cinturón con explosivos y TNT en Alcanar

Alcanar
Los bomberos trasladan las bombonas encontradas en Alcanar (Foto: Efe).

La investigación en los restos de la casa derruida en Alcanar el pasado miércoles tras una enorme explosión «con forma de hongo que se vio a kilómetros de distancia», según el auto del juez Fernando Andreu de la Audiencia Nacional, sigue arrojando una luz esclarecedora sobre las circunstancias de los atentados de Barcelona y Cambrils. Según fuentes de los Mossos, bajo los escombros se han localizado cinturones de explosivos y restos de TNT.

Los agentes están desenterrando «centímetro por centímetro» la vivienda de Alcanar, han revelado las mismas fuentes.

Lo que pareció en un primer momento una explosión de gas en un pequeño pueblo tarraconense ha terminado siendo el centro del que parten todas las ramificaciones de una célula yihadista integrada por 12 individuos, según los mismos Mossos, que ya ha sido desarticulada: ocho de ellos han muerto (cinco en Cambrils, abatidos por la policía autonómica, dos en la misma explosión de la vivienda y el último, este lunes, en Sant Sadurní da Noia) y los otros cuatro han pasado este mismo martes a disposición judicial.

OKDIARIO ha publicado que en la casa de Alcanar se localizaron páginas del Corán incluso antes de la comisión del atentado de La Rambla, pero la investigación no apuntaba a ningún asunto relacionado con el terrorismo islamista.

También se ha sabido, gracias al auto del juez, que en los escombros se ha podido localizar una carta manuscrita que el imán de Ripoll (Gerona) Abdelbaki Es Satty, llevó a sus fieles radicalizados. La misiva estaba escrita por supuestos combatientes del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (ISIS) e iba dirigida a los «cruzados, los odiosos, los pecadores».

En los restos de la vivienda también se han localizado restos del explosivo conocido como ‘la madre de Satán’, un potentísimo producto utilizado por el ISIS en otros atentados en Europa, cuya manipulación errónea creen los investigadores que provocó la explosión que acabó con la vida de al menos dos de los terroristas, entre ellos el propio imán de Ripoll.

Además, allí se acumulaban hasta 103 bombonas de gas butano, razón por la que, a la vista de las primeras de ellas, se pensó en un principio en que la deflagración no había sido más que un accidente.

Aún no ha aclarado ninguna de las fuentes de la investigación cómo se pudo acumular tal cantidad de bombonas de este gas en una misma vivienda, además okupada, cuando para adquirir una en el mercado hay que firmar un contrato con la empresa suministradora y, por otro lado, las compañías exigen la entrega de una vacía para poder adquirir una nueva.

Como dijo el mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, la célula yihadista se da por desarticulada, pero aún queda mucha investigación por avanzar. Entre otras cosas, y a la vista del auto del juez Andreu, parece que los agentes de la policía autonómica no han logrado indicios suficientes para convencer al magistrado de que, como pedía la Fiscalía, era necesario enviar a prisión incondicional a dos de los cuatro detenidos.

Salah El Karib, de 34 años y que regenta un locutorio, ha visto prorrogada su detención durante 72 horas más hasta que se aclare su participación en los hechos con la práctica de más diligencias.

Y es que el juez aún está analizando el contenido del ordenador del locutorio que regenta para intentar aclarar quién compró billetes de avión a Driss Oukabir y para el imán de Ripoll, Abdelbaki Es Satty.

Finalmente, Andreu ha dejado en libertad provisional a Mohamed Aallaa, de 27 años, detenido en Ripoll y hermano de Sadi Aallaa, abatido en Cambrils.

Lo hace porque considera que “los indicios existentes sobre su presunta colaboración con el grupo investigado no son lo suficientemente sólidos” y solo le sitúan como titular del coche que se usó en el atentado de Cambrils, que usó realmente su hermano.

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