La Agencia Espacial Europea (ESA) confirma la medición de olas de 36 metros en mitad del océano Pacífico
Los astrónomos pasan parte del tiempo analizando olas cósmicas, pero de vez en cuando los satélites también nos dan pistas sobre lo que ocurre en la Tierra. Por ejemplo, a finales de 2024 la tormenta bautizada como Eddie generó olas gigantes en el océano Pacífico; ahora la Agencia Espacial Europea (ESA) ha confirmado oficialmente su tamaño.
Gracias a las imágenes satelitales, la ESA ha ratificado que las olas vistas durante la tormenta Eddie en el océano Pacífico tuvieron una altura media de 19,7 metros, con picos superiores a los 36 metros. Los datos fueron validados a través del proyecto Sea State de la Climate Change Initiative (CCI).
La ESA confirma el récord histórico de una ola en el océano Pacífico
Las imágenes del satélite SWOT (Satellite Water and Ocean Topography), desarrollado conjuntamente por Francia y Estados Unidos, captaron el fenómeno durante el punto álgido de la tormenta Eddie.
Lo primero que llama la atención es que bate un récord. Esta medición se convirtió en la mayor jamás registrada desde el espacio desde que existen datos de altimetría satelital, en 1991.
Para llegar a esa conclusión analizaron un conjunto de datos acumulados durante 34 años, que combinan observaciones de 14 misiones satelitales de la ESA, entre ellas Copernicus Sentinel-3, Sentinel-6 y CryoSat.
La comparación permitió validar por primera vez los modelos numéricos de oleaje bajo condiciones extremas y ofrecer una estimación precisa de la energía contenida en las olas más poderosas del planeta.
Con toda esa información pudieron confirmar que las olas en el océano alcanzaron los 36 metros durante la tormenta Eddie, pero este no es el único récord que destrozó.
Este fenómeno meteorológico se propagó a lo largo de 24.000 kilómetros, desde el norte del Pacífico hasta el Atlántico tropical, entre el 21 de diciembre de 2024 y el 6 de enero de 2025.
Por qué las olas son importantes para entender las tormentas en el océano
El estudio también desveló que las grandes olas oceánicas actúan como mensajeras de las tormentas. ¿Por qué? Al parecer sus ondas transportan energía a lo largo de miles de kilómetros.
Esto es lo que explica cómo los daños costeros pueden producirse incluso a gran distancia del punto donde se originó la tormenta.
Además, hasta ahora se pensaba que las olas más largas acumulaban la mayor parte de la energía del mar, pero los nuevos datos indican que esto estaba sobreestimado.
La energía se concentra en las olas dominantes del núcleo de la tormenta, mientras que los trenes de oleaje más largos transportan menos fuerza de la esperada.
Este hallazgo redefine la comprensión del comportamiento de los mares bajo condiciones extremas, y permitirá mejorar los cálculos que usan los ingenieros par diseñar las infraestructuras costeras.
La importancia de los satélites para entender la Tierra y prevenir catástrofes
Los satélites están ganando importancia en la prevención de desastres naturales, y hasta España quiere tener una flota. Prueba de su relevancia es el trabajo de SWOT.
Dicho satélite combina altimetría de radar tradicional con imágenes de gran cobertura, lo que le permite medir la altura, longitud y dirección de las olas con una precisión sin precedentes.
Por ejemplo, puede detectar desde suaves ondulaciones de apenas tres centímetros hasta olas gigantes con longitudes de 1.400 metros, algo que antes se escapaba de los sensores.