Trabajadores del Hospital de Toledo alertan de que «hay pacientes que podrían tener cáncer y no lo saben»
Las intoxicaciones han obligado a crear un protocolo que deja sin procesar biopsias que podrían ocultar tumores
"Seguramente algún caso va a resultar maligno", dice una delegada sindical a OKDIARIO

Rosa Salort Buitrago, técnico superior de Anatomía Patológica y delegada de CSIF en el Hospital Universitario de Toledo, no puede ocultar la preocupación en su voz cuando explica las consecuencias médicas de la crisis que vive su servicio. Tras un año de intoxicaciones que han afectado a decenas de trabajadores, el laboratorio se ha visto obligado a establecer un sistema de prioridades que puede tener consecuencias fatales para los pacientes oncológicos. «Hay pacientes que podrían tener cáncer y no lo saben», afirma.
«Nosotros lo que hicimos fue establecer un protocolo de prioridad ante esta circunstancia anormal», explica Rosa desde su domicilio, donde pasa la mayor parte del tiempo tras reducir su jornada al 25% para proteger su salud. «Esta situación está afectando todos los procesos que lleva una biopsia o una citología desde que entra en el servicio de anatomía».
La delegada sindical describe con detalle el drama que viven diariamente: «Nosotros recibimos informes tanto de consultas como de quirófanos. Unos vienen como normales, entre comillas, y otros vienen con sospecha de malignidad». Ante la imposibilidad de procesar todas las muestras con normalidad debido a las bajas e incapacidades laborales, «todos los informes que nos llegan de quirófano, de consultas sin sospecha previa de malignidad, no están entrando en el protocolo de prioridad que hemos establecido».
El problema, según explica Rosa, es que «siempre hay algún caso que por sorpresa, lo que se pensaba en un primer momento que era benigno, cuando se analiza resulta que no lo es». Esta realidad médica convierte el protocolo de emergencia en una ruleta rusa para los pacientes.
«Seguramente habrá citologías o biopsias que muy probablemente cuando luego se vayan a analizar, porque no se están dando prioridad, pues resulta que no son benignos, que a lo mejor van a ser malignos», advierte Rosa. «Ese es el miedo que nosotros tenemos».

Pacientes en casa sin saber la verdad
Salort describe el escenario más dramático de esta situación: las consecuencias para los pacientes que desconocen que sus pruebas están pendientes. «En todo este tiempo de demora la paciente puede estar en casa tranquila pensando que si no le han llamado es porque no tiene nada maligno y es porque su citología, como no venía por sospecha previa, se ha tratado como normal». «Luego resulta que dentro de un par de meses se tiene que llamar a esa persona y decir que hay algo maligno», continúa la delegada.
Cuando se le pregunta directamente si se puede afirmar que las intoxicaciones han provocado una detección tardía de patologías tumorales, Rosa es categórica: «Podría. Obviamente en todos esos informes que nosotros hemos catalogado de normales, por así decirlo, seguramente que en algún caso, por desgracia, va a resultar que es maligno».
Rosa Salort señala a las autoridades sanitarias del Gobierno del socialista Emiliano García-Page. «Por parte de la Consejería de Sanidad, perdona que me ría, pero es que no nos sentimos apoyados en ningún momento», declara con una mezcla de frustración y amargura, apuntando al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ya salpicado por el escándalo de las mamografías de Talavera, destapado por OKDIARIO.