Guerra en el Donbás

Rusia y Ucrania buscan la paz ante Francia y Alemania

Ucrania Irán
Volodimir Zelenski y Donald Trump (Foto: AFP)

El fin de la guerra olvidada en el continente europeo, en el este de Ucrania, la guerra  en el Donbás, está un poco más cerca tras la celebración en Paris de una cumbre de líderes del conocido como grupo de Normandía (compuesto por Alemania, Francia, Ucrania y Rusia). El conflicto espera ahora la aplicación de los Acuerdos de Paz de Minsk pero las elecciones tendrán que esperar

El encuentro del lunes ha supuesto la confirmación de que desde la llegada del nuevo presidente ucraniano Vladímir Zelenski en mayo se ha producido un cambio de aires en el conflicto marcado por la anexión rusa de la península de Crimea en 2014 y el conflicto en el Donbás. La reunión del lunes supuso el primer cara a cara entre Zelenski y su homólogo ruso, Vladimir Putin en un encuentro bilateral que apenas duró 15 minutos, y, además, y la primera  reunión para el grupo de Normandía desde octubre de 2016. La jornada se desarrolló a través de una discusión a cuatro, una cena de trabajo y la conferencia de prensa final, pasadas las 23.30 hora local.

Tras tres años de desencuentros entre Moscú y Kiev la cumbre de líderes se cerró con un calendario concreto para avanzar en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz de Minsk que se firmaron en septiembre de 2014 y febrero de 2015 en la capital bielorrusa y que pusieron fin a la guerra a gran escala en el este de Ucrania bajo la égida de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Desde entonces las treguas incumplidas entre el Ejército ucraniano y las milicias separatistas de Donetsk y Lugansk, autoproclamadas repúblicas separatistas pro rusas, y la tensión entre ambas partes ha predominado en la búsqueda de la paz y en el desarrollo de las relaciones políticas entre ambos. El Donbás recibe su nombre de la cuenca del río Donets en el este de Ucrania incluye a las regiones de Donetsk y Lugansk, ambas limítrofes con Rusia, que se han partido en dos, una mitad controlada por los separatistas prorrusos y la otra bajo dominio del Ejército ucraniano. La prioridad para Zelenski es acabar con el conflicto en el este del país.

Buenas intenciones

La reunión, auspiciada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel dio un impulso a la aplicación de dichos acuerdos que contemplan la convocatoria de elecciones locales en la región ucraniana de Donbás y la concesión del autogobierno a los separatistas si los comicios son declarados democráticos por observadores internacionales. En las últimas semanas se ha ido preparando el terreno y ambas partes han mostrado sus buenas intenciones.  Tanto Ucrania como Rusia han cambiado su tono en las últimas semanas y mostrado su deseo de avanzar en las negociaciones. En septiembre pasado se produjo el primer intercambio de prisioneros  entre Rusia y Ucrania desde que estallara la guerra en el Donbás en 2014, entre ellos los marineros apresados por guardacostas rusos a finales de 2018 en el mar Negro, y la devolución en noviembre de los tres buques de la Armada ucraniana arrestados en el incidente naval. Ambas partes también han retirado fuerzas de ciertos frentes- como medida de confianza antes de la crucial cumbre de París.

Pero la tensión sigue presente. Los dos puntos más concretos de la reunión del grupo de Normandía, en Paris, fueron el compromiso de trabajar para que un alto el fuego «total» sea efectivo para final de año y para que en esa misma fecha se haya dado un intercambio completo de los respectivos prisioneros. Además, los reunidos instaron a poner en marcha en los próximos cuatro meses las condiciones de seguridad y políticas para que pueda haber elecciones locales en el Donbás y se citaron de nuevo para entonces con el objetivo de revisar la aplicación de ese plan.

El principal punto de tensión ahora es el control de la frontera entre Rusia y Ucrania que en la actualidad cuenta con tropas de ambos bandos en el terreno. Zelenski quiere que las elecciones locales, en los territorios controlados por los rebeldes prorrusos, se celebren después de que Ucrania haya restablecido el control sobre la frontera y después del desarme de las formaciones ilegales pero Vladimir Putin rechaza cualquier revisión a los acuerdos. Los Acuerdos de Minsk hablan de la restauración del control de la frontera en toda la zona del conflicto el primer día después de las elecciones. La retirada y el desarme de todas las formaciones armadas extranjeras, equipo militar y de mercenarios, también vendría posteriormente. Mientras tanto Putin dijo el lunes que deseaba que se introdujeran cambios en la Constitución ucraniana para otorgar un estatuto especial a la región de Donbás.

Pese a que la guerra ya no  puede parecer lejano, sea por el apagón informativo o por su olvido por parte de la comunidad internacional, la realidad en el terreno es muy dura y las hostilidades continúan día a día. La guerra, desatada en 2014,  ha resultado ya en más de 13.000 muertos, entre soldados del Ejército ucraniano, milicianos prorrusos y civiles, según algunas estimaciones. Además pese a que Zelenski considera Crimea territorio ocupado, anexionada por Rusia, su prioridad es el conflicto en el este de Ucrania por lo que el estatus de la península apenas se mencionó en Paris (Rusia lo considera un tema zanjado). Pese a los avances en el fin de la guerra en el Donbás, la cuestión de Crimea seguirá siendo un motivo de choque frontal entre ambas partes.

Inestabilidad

El conflicto es una de las principales fuentes de inestabilidad en el continente europeo y la Unión Europea también quiere recuperar parte de la relevancia perdida en el conflicto y en el proceso de paz. La UE ha sido acusada de suavizar su postura frente a Rusia por algunos pese a imponer desde 2014 una serie de sanciones por sus acciones para «socavar o amenazar» la integridad territorial de Ucrania, su soberanía e independencia con sus acciones en el Donbás y por haberse anexionado la península de Crimea

La ocupación y anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Rusia en 2014 y, sobre todo, la lucha entre separatistas pro rusos y las fuerzas de Kiev, han enrarecido en los últimos años aún más las relaciones en el seno de la OSCE, creada en la Guerra Fría para fomentar el diálogo entre bloques. El encuentro en París también sirvió para apoyar que el Grupo de Contacto Trilateral -integrado por representantes de Rusia, Ucrania y la OSCE-, defina en los próximos 30 días nuevos puntos de paso en el frente bajo criterios humanitarios mientras que los asistentes en la cumbre de Paris animaron a facilitar la liberación y el intercambio de prisioneros partiendo de listas ya definidas.

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