Rusia pone en marcha crematorios móviles para ocultar la cifra oficial de militares muertos

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Un médico militar ucraniano tras examinar el cuerpo de un militar ruso que vestía uniforme ucraniano.(AFP)
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

Rusia anunció hace varios días la reducción de operaciones militares tanto en Kiev como en el sur de Ucrania, aunque en tiempo real lo cierto es que continúa bombardeando pueblos y ciudades, causando decenas de muertos en militares del ejército ucraniano, población civil, pero también se cuentan, en miles, los caídos en sus propias filas. Pero la pregunta es qué hace el ejército ruso con los miembros de sus tropas caídos en combate. La respuesta una vez más viene de occidente cuando se asegura que podrían estar utilizando crematorios móviles para evitar que se difunda el número de bajas.

Con la sombría realidad de olor a muerte, decenas de cadáveres yacen tirados en calles y campos donde ha habido batalla. Un panorama que Rusia podría tratar de revertir con crematorios móviles para evitar su recuento por parte de las líneas enemigas.

Según diferentes fuentes de inteligencia, se cree que Rusia podría estar movilizando convoyes -tráileres dotados con hornos en su interior- donde se transportarían ese tipo de crematorios. Sin embargo, expertos en contiendas bélicas coinciden en no saber si realmente es operativa sobre el terreno esta incineración de los militares caídos en combate.

Con una pésima estrategia y un peor escenario, el ejército ruso se encuentra atollado en la guerra. Incluso, algunos organismos internacionales aseguran que las bajas rusas superarían los 18.000 militares. La magnitud de las pérdidas del ejército ruso sería motivo suficiente para que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, trate de ocultarlos. Y es que, psicológicamente, la difusión de estas cifras conlleva aspectos negativos sobre la población y el propio ejército.

El Gobierno de Ucrania ya advertido que aún no han recibido la solicitud de las autoridades rusas para la repatriación de los cuerpos de los muertos. También han afirmado que la recogida y su identificación se había discutido en una reunión entre el primer ministro Denys Shmyhal y el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Peter Maurer. Pero por el momento Cruz Roja no ha confirmado si está ayudando a Ucrania en la devolución de los restos humanos rusos a su país de origen, situación prevista en el derecho internacional.

El gobernador de la región de Mykolaiv, Vitaly Kim, pidió a los residentes locales que ayudaran a recoger los cadáveres y los metieran en bolsas, a medida que las temperaturas están subiendo con la entrada de la primavera. En este sentido, en muchas ciudades se ha pedido que los cuerpos se coloquen en frigoríficos para tratar de evitar la propagación de posibles infecciones.

«Existe este mito de que hay que librarse de los cadáveres lo más pronto posible, y esto ha conducido a que los cuerpos sean arrojados en fosas sin haberlos identificado en muchos conflictos bélicos» señaló Nicholas Young, quien fuera ejecutivo destacado de la Cruz Roja Británica. Sin embargo, añadió que «el riesgo de enfermedades es extremadamente mínimo, a menos que la enfermedad ya esté entre la población”.

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