INVASIÓN DE UCRANIA

Putin se rodea de toda la ‘nomenklatura’ de su régimen para celebrar el Día de la Victoria

Putin
Vladimir Putin en la tribuna presidencial del Desfile de la Victoria. (Afp)

Al más puro estilo soviético, Vladimir Putin ha presidido el Desfile de la Victoria rodeado en la tribuna de toda la nomenklatura de su régimen. En su discurso, el presidente ruso ha adoptado el papel de víctima al acusar a Occidente de declarar una «verdadera guerra» a su país. Es su forma de justificar la invasión de Ucrania.

Putin ha echado en cara a Occidente que se haya «olvidado» de quién fue el verdadero artífice de la derrota de los nazis en la II Guerra Mundial.

«Se está librando una verdadera guerra contra nuestra patria», ha dicho Putin, que ha vuelto a denunciar el «odio» y la «rusofobia» de Occidente frente a una Rusia que, según sus propias palabras, quiere un «futuro pacífico», pero está dispuesta a hacer lo que sea necesario para «proteger» el país y a los habitantes de las zonas anexionadas en el sur de Ucrania.

El mandatario ha rendido homenaje a los «héroes» de las Fuerzas Armadas y se ha declarado orgulloso por la labor de estos efectivos durante la «operación militar especial», el eufemismo con el Kremlin ha bautizado la invasión lanzada sobre Ucrania en febrero de 2022 y que ha sobrevolado tanto los preparativos de los actos de este martes como el discurso de Putin.

El presidente, rodeado principalmente de líderes políticos de países aliados de Asia central y, por supuesto, de su cúpula militar, no ha dudado en cargar de nuevo contra las «élites globalistas occidentales» que reivindican su «exclusividad» política y «provocan conflictos sangrientos y golpes de Estado».

«Punto de inflexión»

«La civilización está en un punto de inflexión decisivo», ha proclamado desde la tribuna, engalanada con un gigantesco cartel en el que se podía ver la bandera de la Unión Soviética con sus inconfundibles hoz y martillo.

Al término del desfile, Putin ha acudido a depositar una ofrenda ante la tumba al soldado desconocido, flanqueado entre otros por el leal presidente  bielorruso, Alexander Lukashenko, pieza clave en el terreno político y militar desde el inicio de la ofensiva sobre Ucrania hace más de catorce meses.

Unos 8.000 efectivos han participado en el desfile de este año, 530 de ellos militares que han participado en la ofensiva en Ucrania, según datos recogidos por las agencias oficiales rusas. En la tribuna, también estaban presentes el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y los principales mandos de las Fuerzas Armadas, señalados en estos últimos días por el Grupo Wagner, cuyos mercenarios también participan en la invasión.

Medidas de seguridad

Los actos se han replicado en otras ciudades, como San Petersburgo -con unos 4.000 uniformados en este caso-, pero al contrario que en años anteriores no ha habido convocatorias generalizadas, en teoría por motivos de seguridad. Alrededor de una veintena de localidades han cancelado su propio desfile, si bien en el Kremlin se ha insistido en estos últimos días en que el de Moscú seguiría adelante y contaría, además, con la presencia de Putin.

Todo ello pese a que la semana pasada las autoridades rusas denunciaron un ataque con drones sobre el Kremlin -aledaño a la plaza Roja- del que culparon directamente a Ucrania, señalando también como supuesto cerebro a Estados Unidos. Según Moscú, el objetivo de este ataque era matar al presidente ruso. El problema es que nadie fuera de Rusia le ha dado mucha credibilidad a la denuncia de Moscú.

 

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