El misterioso papel de Turquía en el proceso de paz de Nagorno-Karabaj

Nagorno-Karabaj
El humo de las explosiones cubre la ciudad de Stepanakert, en Nagorno-Karabaj.

La polémica sobre si Turquía estará presente o no en la vigilancia del proceso de paz en Nagorno-Karabaj ha dado la vuelta al mundo. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha cerrado en banda con Azerbaiyán para participar en el proceso. Sin embargo desde Rusia, el presidente Vladímir Putin ha negado la participación de Turquía en estas acciones.

Rusia insistió ayer en varias ocasiones que no habrá participación turca en el contingente ruso de fuerzas de paz que se está desplegando en la línea de contacto en Nagorno-Karabaj tras el acuerdo firmado entre Armenia y Azerbaiyán para poner fin a la guerra en este territorio.

«No habrá unidades de pacificación de Turquía desplegadas en Nagorno-Karabaj. Hay una provisión clara sobre esto en la declaración conjunta de los líderes» de Azerbaiyán, Armenia y Rusia sobre el cese de las hostilidades en esta zona, señaló hoy el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov.

El Gobierno turco, por su parte, afirmó que el miércoles por la noche se firmó un acuerdo con Rusia para establecer un mecanismo o centro de control en territorio azerbaiyano que supervise el cese al fuego. Concretamente Turquía confirmó que el rol de su país “será el mismo que el de Rusia”.

Las tropas de paz rusas ya han llegado a Nagorno-Karabaj. Ayer mismo se anunció que os pacificadores rusos llegaron a Stepanakert, la capital de Nagorno-Karabaj. «El batallón de pacificadores de la Brigada 15 motorizada llegó a la ciudad de Stepanakert tras una marcha forzada», declaró el portavoz de la entidad marcial, Ígor Konashenkov, en una rueda de prensa.

Según el representante del Ministerio de Defensa, «a lo largo de toda la línea de contacto de las partes en Nagorno-Karabaj y en el corredor de Lachin se emplazaron 10 puestos de observación», y las unidades de avanzadilla del contingente ya comenzaron a cumplir su misión en el enclave.

Volviendo al debate sobre si Turquía formará parte de las negociaciones de paz en el Cáucaso, una delegación rusa llegará hoy viernes a Ankara para abordar los detalles de esta cooperación, así lo indicó ayer  el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, desde Bakú, Azerbaiyán.

Lavrov especificó que la movilidad de los observadores turcos se limitará al perímetro del este centro, fuera de Nagorno-Karabaj. «El movimiento de los observadores turcos se limitará a las coordinadas geográficas que serán determinadas por el despliegue del futuro centro de monitoreo ruso-turco», indicó el jefe de la diplomacia rusa.

El Kremlin atribuyó la confusión en torno a un «posible malentendido». «Nuestro entendimiento es que las fuerzas rusas servirán de pacificadores y están siendo ya desplegadas en la línea de contacto. Y la interacción con soldados turcos se hará a través de un centro de monitoreo en territorio azerí», dijo en su rueda de prensa diaria su portavoz, Dmitri Peskov.

Desde el pasado martes, cuando se firmó el acuerdo entre Ereván y Bakú bajo la mediación del presidente ruso, Vladímir Putin, Rusia ha enviado ya al Karabaj a más de 750 soldados de los 1.960 que formarán el contingente de paz.

Peskov recalcó que las fuerzas pacificadoras y el centro de control del alto el fuego son dos cosas diferentes, y subrayó que una participación turca en el mantenimiento de la paz «no puede ser un tema de discusión solo entre Moscú y Ankara, sino que las partes enfrentadas tienen que dar su consentimiento».

La cuestión de una participación turca en el mantenimiento de la paz en Nagorno-Karabaj la mencionó por primera vez el presidente azerí, Ilham Alíev, en su discurso a la nación el martes tras firmar el acuerdo de paz tripartito con el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, y el líder ruso, Vladímir Putin.

El documento, negociado sin la participación de Estados Unidos y Francia, los otros copresidentes del Grupo de Minsk para el arreglo del conflicto junto a Rusia, estipula el establecimiento de un «centro de fuerzas de paz» para controlar el alto el fuego, pero no menciona a Turquía.

Lavrov señaló que Rusia de ninguna manera quiere distanciarse de sus colegas del Grupo de Minsk y subrayó que representantes de Washington y de París llegarán en las próximas semanas a Moscú para abordar la implementación del acuerdo de paz.

Los puntos del acuerdo de paz de Nagorno-Karabaj

El Gobierno ruso ha publicado el texto completo de la declaración sobre el cese de la guerra en Nagorno-Karabaj en el que se relatan puntos similares a los ya debatidos en los Acuerdos de Madrid de 2009, cuando el Grupo de Minsk intentó resolver el conflicto antes de que volviera a estancarse.

En el primer punto se anuncia un alto el fuego completo y el cese de todas las hostilidades en la zona del conflicto de Nagorno-Karabaj. Esto quiere decir también que tanto Azerbaiyán como Armenia se detienen en sus posiciones actuales sin avanzar ni retroceder. Durante el segundo punto se ha acordado que el distrito de Agdam tiene que devolverse a Azerbaiyán antes del 20 de noviembre de 2020.

El tercer punto centra el protagonismo de la paz en el vecino soviético. “A lo largo de la línea de contacto en Nagorno-Karabaj y a lo largo del corredor de Lachín se desplegará un contingente de mantenimiento de la paz de Rusia, que incluirá a 1.960 militares con armas pequeñas, 90 vehículos blindados de transporte de personal, así como 380 unidades de automóviles y equipo especial”, reza el documento.

El contingente ruso de mantenimiento de la paz se desplegará en paralelo con la retirada de las fuerzas armadas de Armenia. Así lo dice el cuarto punto del acuerdo que contempla un período de despliegue militar de cinco años que se prorrogará automáticamente por otros cinco años si ninguna de las partes declara su intención de dar por terminada la aplicación de esta disposición.

El acuerdo también ha considerado, en su quinto punto, la creación de un centro de mantenimiento de paz para controlar el alto el fuego. “Esto aumentará la eficacia del control sobre la aplicación de los acuerdos por las partes en conflicto”, explica el documento ruso.

El punto número seis del acuerdo le ha pasado factura a Armenia y, en consecuencia, al primer ministro Pashinián. «Armenia devolverá a Azerbaiyán la región de Kalbajar antes del próximo 15 de noviembre, y la región de Lachín, antes del 1 de diciembre”. Esto ha provocado numerosas protestas en las calles de Armenia, los manifestantes han llegado incluso al Parlamento y lo primero que han pedido es la dimisión del primer ministro.

El corredor de Lachín es de 5 kilómetros de ancho y garantizará la conexión entre Nagorno-Karabaj y Armenia y al mismo tiempo no incluirá a la ciudad de Shushi. Esta ciudad permanecerá bajo el control del contingente de mantenimiento de la paz de Rusia.

Por acuerdo entre las partes, en los próximos tres años se determinará un plan para la construcción de una nueva ruta por el corredor de Lachín que garantizará la comunicación entre Nagorno-Karabaj y Armenia, con el posterior redespliegue del contingente ruso de mantenimiento de la paz para proteger esta ruta. Azerbaiyán, por su parte, garantizará la seguridad del tráfico de ciudadanos, vehículos y mercancías a lo largo del corredor Lachín en ambas direcciones.

El punto número siete del acuerdo se centra en las víctimas civiles y los desplazados. Todos aquellos que quieran regresar al territorio de Nagorno-Karabaj y las áreas adyacentes podrán hacerlo bajo el control de la Oficina del Alto Comisionado para las Naciones Unidas para los Refugiado  (ACNUR).

En el penúltimo punto se habla de un claro intercambio de prisioneros de guerra, rehenes y detenidos, así como de los cuerpos de los fallecidos durante los enfrentamientos. Y para finalizar, “se desbloquearán todos los enlaces económicos y de transporte de la región”.

Armenia garantiza la seguridad de las conexiones de transporte entre las regiones occidentales de Azerbaiyán y la República Autónoma de Artsaj a fin de organizar el movimiento sin obstáculos de ciudadanos, vehículos y mercancías en ambas direcciones. El control del transporte, han vuelto a recordar, “corre a cargo de los órganos del Servicio de Fronteras del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia”.

Ambas partes se han comprometido a reconstruir las nuevas comunicaciones entre Nagorno-Karabaj y el Estado azerí, que llevan sin tener contacto desde que se autoproclamaron independientes y juraron lealtad a Armenia.

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