McDonald’s deja de vender el Big Mac en Venezuela por falta de pan

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Nicolás Maduro comiendo una arepa, con la que McDonald's sustituye sus problemas de abastecimineto.

La crisis no respeta ni a las multinacionales. Cuando un país se hunde institucional, política y económicamente, la producción se hunde un 10% sólo en un año mientras la inflación rampa hasta un 700%, el desajuste es tan brutal que no sólo empobrece a los ciudadanos, sino que con ellos caen al sumidero todas las industrias y servicios. Así le está pasando a la Venezuela chavista. Estes jueves, el gigante estadounidense de la comida rápida McDonald’s ha suspendido la venta en Venezuela del Big Mac –su hamburguesa emblemática– por falta de carne.

«En McDonald’s Venezuela trabajamos para solventar esta situación temporal. Junto a nuestro proveedor evaluamos las mejores opciones que nos permitan seguir ofreciendo productos de calidad», señaló la empresa en un comunicado enviado a la AFP este jueves.

La empresa no detalló las complicaciones, pero versiones de prensa indican que el Big Mac dejó de ser comercializado por falta de una tradicional rebanada de pan que separa dos porciones de carne. McDonald’s –con tres décadas de presencia en el país caribeño– añadió que, por lo pronto, seguirá ofreciendo los demás productos de su menú.

La franquicia ya se había visto obligada a suspender la venta de patatas fritas entre enero y noviembre de 2015, ante la imposibilidad de importar el tubérculo precocido.

Y es que en la Venezuela regida por el dictador Nicolás Maduro es imposible encontrar dólares con los que importar productos y la cadena mercantil está rota en todos los sectores. A raíz de la caída de los precios del petróleo, generador de 96% de las divisas del país y cuyo monopolio mantiene el Estado desde 2003 a través de un férreo control de cambio, la sequía de dólares (cuyo mercado está dividido en tres tipos de cambio, también controlados por el Gobierno boloivariano) impide remontar una economía que nunca se ha diversificado.

Así, los venezolanos padecen además la escasez de 80% de los alimentos y medicinas, según estimaciones privadas.

En noviembre de 2015, la venta de las patatas en los McDonald’s se reactivó gracias a la producción nacional, lo que provocó un aumento sustancial en el precio.

En esa oportunidad, la cadena de restaurantes lanzó una campaña publicitaria para invitar a sus clientes a volver a consumir patatas, junto con las yucas y las arepas con las cuales solventa McDonald’s sus problemas de abastecimiento.

 

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