Madres Judías por la Paz ve «terrorismo psicológico y perversión» en la entrega de los Bibas por Hamás
Lamenta la escenografía de la muerte que ha montado Hamás para entregar los cadáveres de la familia Bibas
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El movimiento Madres Judías por la Paz surgido tras el ominoso 7-O, día de los sangrientos atentados de Hamás, considera una «depravación» las escenas que hemos visto este jueves en Gaza durante la entrega de los cuerpos de los niños Bibas y su madre y un anciano, secuestrados esa fecha. «Niños reuniéndose para celebrar el secuestro y asesinato de un anciano, una madre y sus dos hijos pequeños… Todo, mientras la Cruz Roja participa en la ceremonia y los medios internacionales transmiten esto como si esta macabra celebración terrorista fuera de alguna manera algo normal», se quejan desde el movimiento, que considera «terrorismo psicológico, la perversión y deshumanización» de las imágenes.
Madres Judías por la Paz lamenta la escenografía de la muerte que ha montado Hamás: «Construyeron un escenario gigante, digno de una empresa profesional, con fotos de los cuatro secuestrados… Acusando a Israel de la muerte de los secuestrados, que Hamás y sus cómplices se llevaron vivos y a la fuerza el 7 de octubre. ¿Quiénes producen esos carteles inmensos y crean esas puestas en escena», se preguntan. «¿Dónde está el genocidio y Gaza en hambre?»; y denuncian que «llevan años utilizando los fondos de la UE para financiar su terrorismo, propaganda, construir túneles y cohetes».
El movimiento describe la terrible escena: «Cientos de civiles siendo parte del circo. Niños gazatis mirando cómo entregan cuerpos de niños judíos. Una multitud enfervorecida celebrando el asesinato de una madre, su hijo de tres años, su bebé de apenas meses, y de un anciano. Eso es Gaza».
Tras esta dantesca escena, Madres Judías por la Paz quiere reafirmar su «derecho como judíos de un Estado Soberano. En libertad, igualdad y seguridad». «Hoy Shiri, Ariel y Kfir Bibas. Oded Lifshitz, de 84 años, todos del kibutz Nir Oz, vuelven a casa. Los secuestraron sanos y vivos y hoy han vuelto muertos y en cajas. Todos los que apoyan de un modo u otro, son responsables directos de estas muertes».
«El Pueblo de Israel está de luto», sostiene Madres Judías por la Paz. «No sólo por los bebés y por la mamá, sino por todos los demás cuerpos que han caído en esta guerra y por los cuerpos que quedan por entregar. Sin olvidar a los 70 secuestrados que, una vez finalizada esta fase, siguen en cautiverio».
No puede entender el movimiento de madres judías que el mundo calle, «indiferente o cómplice» ante la entrega teatralizada de cadáveres y de rehenes «demacrados y famélicos» que retrotraen a las peores imágenes grabadas en la retina del pueblo judío. Parecían salidos del Holocausto».
El movimiento judío critica, por otra parte, que la Cruz Roja, «que está protegiendo a Hamás» pida dignidad y privacidad por las víctimas israelíes «cuando no ha visitado ni ha dado los medicamentos a ningún sólo secuestrado israelí en 503 días, cuando ha formado parte del circo de Hamás durante todas las monstruosas entregas de rehenes».
Con respecto a la UNRWA, asegura que «es una organización secuestrada por Hamás. Antonio Guterres ha estado atándole los brazos a Israel haciendo declaraciones internacionales que han dado aliento, aire y soporte a Hamás». Recuerda que «después de tener evidencias de que sus trabajadores fueron parte activa de los atentados del 7 de octubre, empleados afiliados a organizaciones terroristas y UNRWA no cortó sus programas. La existencia de la organización depende de preservar el estatus de refugiados de los palestinos».