El Ejército estima que sólo el 5% de las FARC está en contra del acuerdo de paz
El comandante del Ejército colombiano, el general Alberto José Mejía, ha asegurado que en torno al 5% de los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), es decir, unas 300 personas, habrían rechazado acogerse al acuerdo de paz negociado con el Gobierno. Los datos corresponden a fecha del 31 de enero de 2017.
«Los grupos de disidencia son el cinco por ciento de las FARC y están principalmente en los bloques Oriental y Sur. En el Bloque Oriental hay desertores en los frentes 1,7, 44 y el Acacio Medina, mientras que en el Sur se han registrado en los frentes 14 y 64», ha señalado Mejía, según recoge la emisora Caracol Radio.
Mejía ha destacado que «este número es mucho menor de lo anticipado y de lo previsto». «Eso no quiere decir que no pueda surgir una disidencia en Nariño o Catatumbo. Estamos con los radares puestos en ese tema», ha añadido.
El general ha aprovechado para enviar un mensaje a los disidentes de las FARC: «hacen parte del sistema de amenaza persistente y sobre ellos va todo el poder de combate del Ejército y la institucionalidad».
Mejía ha aprovechado además para rechazar la propuesta del defensor Nacional del Pueblo, Carlos Negret, quien pidió aprovechar el Hospital Militar central, ahora en desuso, para atender a guerrilleras de las FARC embarazadas. El Hospital Militar central está diseñado para atender a los militares heridos en enfrentamientos con la guerrilla, pero tras el alto el fuego ha perdido su sentido.
«El Hospital Militar central ha sido diseñado por el Gobierno, por el Estado para atender a las Fuerzas Militares de Colombia. Así ha sido, es y será exclusivamente», ha apostillado Mejía.
Mientras, este domingo se ha informado de que más de 80 guerrilleros de las FARC han pasado su primera noche en la zona veredal de Caño Indio, en el Catatumbo, y se espera que en las próximas horas lleguen más integrantes del Frente 33 de las FARC hasta completar una cifra de más de 500 personas.
Los guerrilleros proceden de la vereda San Isidro, donde han pasado seis meses preagrupados. «Es nuestra esperanza que se nos pueda dar la reintegración a la vida civil y pues nos respeten como el personal que participó en una organización revolucionaria y que nos ayuden a seguir con este camino que hemos decidido de dejar las armas», ha explicado uno de los guerrilleros, alias ‘Willy’, en declaraciones a Caracol Radio.