CÓNCLAVE PARA ELEGIR PAPA

Cualquier hombre soltero bautizado puede ser Papa: un experto en Derecho Canónico nos da las claves

OKDIARIO entrevista a Eduardo Baura, profesor de Derecho Canónico en la Universidad de la Santa Cruz de Roma

Este miércoles comienza el Cónclave para elegir el próximo Sumo Pontífice

Papa, Vaticano, Papa Francisco, Cónclave
Paula Ciordia

OKDIARIO visita la emblemática Universidad Pontificia de la Santa Cruz, situada en la plaza Santa Apolonia, en plena sede vacante, para comprender muchos aspectos del Cónclave que resultan inasequibles desde el paradigma de nuestro tiempo contemporáneo. Nos atiende el madrileño Eduardo Baura, profesor de Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma.

¿Sabías que cualquier sacerdote puede llegar a ser Papa y que hay toda una regulación detallada que contempla esta opción? ¿O que los pactos entre cardenales para elegir al Sumo Pontífice están prohibidos? ¿Y si el secretismo y hermetismo que implica la elección del próximo Papa fuera la garantía para proteger la libertad de juicio de los cardenales ante las presiones exteriores? ¿Es verdad que los cardenales no pueden consultar la prensa durante el Cónclave?

Abordamos estas y otras cuestiones que implican el proceso del Cónclave en esta entrevista en una de las universidades del mundo más influyentes en la Santa Sede.

El cónclave evita cismas

«La elección del Sumo Pontífice es la materia más regulada de todo el Derecho Canónico, con todo tipo de detalles, dado que en la elección tiene que estar garantizada su validez, puesto que de lo contrario, se podría producir un cisma si alguien la impugnara. De ahí que haya que garantizar el secreto y la independencia de cada cardenal respecto a los demás cardenales», señala D. Eduardo Baura, haciendo alusión a la Constitución Apostólica redactada por San Juan Pablo II, Universi Dominici Gregis, promulgada en 1996, ligeramente modificada por Benedicto XVI y Francisco.

Prohibido hacer pactos

«Hay que entender que la Iglesia es en parte humana y en parte sobrenatural, presente el Espíritu Santo. Dios cuenta con la libertad de los hombres. En la elección del próximo Pontífice, a los cardenales se les está permitido hablar y cambiar impresiones entre ellos, de ahí las Congregaciones que se celebran previas al cónclave, pues deben ponerse de acuerdo, pero está prohibido hacer pactos entre ellos que sean obligados, puesto que es luego cada cardenal el que debe votar en conciencia», señala.

¿Por qué el cónclave es secreto?

A nuestros ojos posmodernos, nos resulta incomprensible que el secretismo que envuelve el cónclave pueda ser garantía de la libertad que necesitan los cardenales para elegir al Papa que requiere la Iglesia. El profesor nos explica el sentido de este secretismo: «Para entender el secreto hay que tener en cuenta el sentido de la libertad y la unidad dentro de la Iglesia. De tal forma que el secreto ayuda a la elección de los cardenales sin recibir presiones del exterior, pues la historia de los cónclaves tiene muchos episodios de recibir presiones por parte del poder civil para esta elección».

«No hay que olvidar que la unidad de la Iglesia es fundamental. El Papa es el padre común de toda la Iglesia, como sucesor de Pedro. Los fieles ven así la elección de un Papa entre todos, sin mostrar división interna», señala.

Durante el cónclave: nada de periódicos

Por otro lado, a nuestros ojos ultra tecnologizados nos cuesta comprender que los cardenales durante el tiempo que dure el cónclave tienen prohibido seguir los medios de comunicación y las noticias, así como tener contacto con el exterior. ¿A qué se debe? «Desde la parte espiritual, la elección del Papa es sobrenatural. De tal forma que todo el pueblo de Dios está rezando para que elijan al Papa más idóneo. Hay toda una liturgia que prevé el juramento ante Dios, una misa y un proceso de oración continua. Por eso se entienden que estén aislados completamente porque es el momento de escuchar al Espíritu Santo», explica.

De ahí que desde 1492 se escogiera la Capilla Sixtina para celebrar el cónclave: «Esta capilla además de la belleza artística,tiene un retablo clave, que es el del Juicio Final. Y es precisamente para recordar y que tengan presentes los cardenales, como explicó San Juan Pablo II, que están bajo el juicio de Dios y no ante una mera decisión política».

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