Los Clinton entran en escena en el ‘caso Epstein’: el Congreso los cita a declarar y exige los archivos del pederasta
Se ha citado a Bill y Hillary Clinton junto a otros ex altos cargos, entre ellos James Comey (FBI), en el punto de mira de Trump
Además, demócratas y republicanos exigen los "archivos completos" de Jeffrey Epstein al Departamento de Justicia


El caso Epstein sigue provocando dolores de cabeza a la comunidad política de Estados Unidos, donde el Congreso ha citado a declarar a Bill y Hillary Clinton, después de exigir al Departamento de Justicia de EEUU que entregue «los archivos completos» sobre la investigación del pederasta que también perturba la tranquilidad de Donald Trump. Además del ex presidente demócrata y su mujer y ex secretaria de Estado, han sido citados otros ocho ex altos cargos.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha emplazado a los demócratas y al resto de convocados a declarar a puerta cerrada entre los meses de agosto y octubre, tal y como ha planteado el presidente del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, James Comer.
Así, el caso sobre el convicto Jeffrey Epstein haría desfilar por el Congreso, junto al matrimonio Clinton, al ex director de la Policía Federal (FBI) James Comey -en el punto de mira de Donald Trump por la polémica lista de clientes del delincuente sexual-, el ex fiscal especial Robert Mueller y los ex secretarios de Justicia Merrick Garland, William Barr, Jeff Sessions, Loretta Lynch, Eric Holder y Alberto Gonzales.
También este mismo martes el Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes ha solicitado los archivos relacionados con Jeffrey Epstein al Departamento de Justicia. Así fue resuelto en una votación apoyada por izquierda y derecha, con el apoyo tanto del Partido Demócrata como del Republicano.
El caso forzará asimismo la comparecencia de Ghislaine Maxwel, ex pareja del pederasta condenada a 20 años de cárcel por tráfico de menores, como elemento indispensable de la red de tráfico sexual liderada por el multimillonario que murió en 2019, para la que se encargaba de «captar y suministrar menores».
El caso Epstein es uno de los asuntos candentes de la actualidad política de Estados Unidos por la lista de clientes que ha puesto en entredicho la credibilidad, en relación a este asunto, de Donald Trump. El presidente animó en un primer momento a publicarla, pero cambió radicalmente su postura y revolucionó así las bases del movimiento MAGA (Make America Great Again), que esperan que el documento vea la luz.
Sin embargo, el Departamento de Justicia asegura que dicha lista no existió, en un informe que hizo público a mediados del pasado mes de julio. El documento recoge también que Jeffrey Epstein sí se suicidó en la prisión en la que cumplía condena, por lo que rechaza la idea de que alguien entrara en su celda para matarlo, como indicaban algunas voces -a las que incluso Trump dio credibilidad- y como también mostraban unas imágenes en circulación que «fueron editadas».
En su defensa, Donald Trump ha señalado de manera directa a Barack Obama y Joe Biden, a los que ha acusado de conspirar para vincular su nombre con el de Jeffrey Epstein, y ha atacado a James Comey, ex director del FBI. Responsabiliza a éste y a los dos ex presidentes de «inventarse los archivos». Por otro lado, Trump destituyó a la fiscal del distrito sur de Nueva York que procesó al pederasta, la letrada Maurene Comey que es, de hecho, hija de James Comey.
La última ofensiva del presidente de EEUU en relación al caso Epstein fue contra NewsCorp y Rupert Murdoch, con la demanda a The Wall Street Journal por la publicación de una carta «subida de tono» que el mandatario envió al delincuente sexual, según el medio.
The Wall Street Journal relata en el artículo que la carta publicada es parte de una colección con escritos que los amigos influyentes del pederasta le habrían enviado con motivo de su 50 cumpleaños, en 2003. En el caso de la misiva de Tump, destaca un dibujo del presidente de EEUU del cuerpo de una mujer cuya silueta enmarcaba el texto mecanografiado, y que llevaba la firma del líder republicano bajo la cintura, simulando el bello púbico. Escribió «feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto». Al parecer, la colección responde a una recopilación, a modo de regalo, de Ghislaine Maxwell a Epstein.