El autor del ataque en Marsella fue arrestado y liberado dos días antes de que se produjera
El autor del ataque perpetrado el domingo en Marsella fue arrestado y liberado por la Policía dos días antes de que se produjera, según ha contado a Reuters una fuente policial cercana a la investigación. La fuente ha contado que el sospechoso fue detenido por la Policía en Lyon el pasado 29 de septiembre por un robo pero finalmente fue liberado por falta de pruebas.
«Usaba ocho alias diferentes. Cada vez que era detenido presentaba un documento de identidad distinto. Por eso ha sido tan difícil. Una vez dijo que había nacido en Francia y otra que había nacido en Argelia», ha revelado.
El individuo, de unos 30 años de edad, atacó con un cuchillo carnicero a una mujer en la estación de tren de Saint-Charles, en Marsella, al grito de «Alá es grande». Después se dio a la fuga y apuñaló a otra mujer antes de ser abatido por militares de la Operación Centinela que custodiaban el lugar. Las dos mujeres, de 17 y 20 años de edad, han muerto.
La agencia de noticias Amaq, principal canal de propaganda de Estado Islámico, ha asegurado que el atacante era un «soldado» de la organización terrorista. Sin embargo, Rita Katz, directora del Grupo SITE, que hace seguimiento de los foros yihadistas, ha indicado que el ataque estaría inspirado pero no coordinado por Estado Islámico.
El Estado Islámico reivindica el atentado
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó este domingo la responsabilidad por el ataque con un cuchillo en la principal estación de trenes de Marsella, en el sur de Francia, por el que murieron dos mujeres.
El centro de vigilancia de páginas web yihadistas SITE aludió a un reporte en árabe de Amaq, la agencia de propaganda del EI, que citaba a una «fuente de seguridad» diciendo que el atacante en Marsella «proviene de los soldados del Estado Islámico».
El atacante, un hombre que tendría unos 30 años, fue asesinado a tiros por soldados de una fuerza especial de 7.000 efectivos conocida como Sentinelle, establecida para proteger áreas vulnerables en Francia.
Según testigos, gritó «Allahu Akbar» (Dios es el más grande) al comienzo de su embestida.
Las muertes ocurrieron con Francia aún en alerta y bajo estado de emergencia tras una serie de ataques en los últimos años de extremistas vinculados al Estado Islámico o Al Qaida.