Arias Cañete: “Como Comisario europeo espero en España un gobierno que genere estabilidad institucional”
El carismático a la par que bonachón Arias Cañete se muestra ilusionado con los nuevos retos que aborda su gabinete. Su gran proyecto de sacar adelante un acuerdo ambicioso en París fue un “éxito mayúsculo” pero “solo un primer paso”. Admite que entiende que haya críticas y que los actores implicados “deben ser exigentes” con su gestión, pero él siempre tiene las puertas abiertas para reunirse con ellos. Sobre la formación de gobierno en España no se desmarca de la opinión del resto de Colegio de Comisarios.
Las elecciones españolas se han celebrado con éxito pero el gobierno parece que queda en el aire, ¿cómo lo ve usted?, ¿va a prosperar la «cultura del pacto» habitual en Europa?
Como Comisario europeo, espero que en España se forme pronto un gobierno que genere estabilidad institucional para poder seguir trabajando en los diferentes proyectos que tenemos sobre la mesa.
Tras superar una cita tan marcada como la de París, caso Volkswagen, gas ruso, Balticconnector… ¿Cuáles serían sus prioridades?, ¿qué medidas tiene previsto aprobar próximamente?
En este nuevo año tenemos mucho trabajo por delante. En los próximos meses tenemos previsto lanzar varios paquetes legislativos importantes para completar y reforzar el mercado común de la energía europeo. Nuestro objetivo es fomentar la seguridad energética europea mediante la diversificación de nuestras importaciones, el fomento de infraestructuras energéticas estratégicas, una mejor integración y un uso energético más eficiente en Europa, y avanzar en nuestra transición hacia energías más limpias y sostenibles.
¿En qué acciones concretas se puede traducir estos objetivos?
Vamos a proponer medidas legislativas para promover un uso más eficiente de calefacción y refrigeración; para fomentar un mercado europeo de gas natural licuado; para promover acuerdos intergubernamentales entre países europeos de cara a asegurar la seguridad energética de todos y cada uno de los estados miembro; y para promover nuevas fuentes para la importación de gas natural. Buscaremos consolidar un mercado europeo en energías renovables para convertir a la UE en el líder mundial en el sector. Asimismo, seguiremos trabajando en fortalecer y promover el Régimen Europeo de Comercio de Derechos de Emisión de gases de efecto invernadero, y vamos a promover políticas para incrementar la eficiencia energética en los edificios.
Dentro de la comisión Juncker ya se ha aprobado paquetes interesantes sobre, por ejemplo la economía circular o la unión energética, ¿cómo cree que se afronta el 2016 y qué papel jugará usted?
2016 estará lleno de nuevos desafíos para la Comisión Europea. La Comisión Juncker se ha planteado ambiciosos y necesarios objetivos políticos, incluyendo una nueva política migratoria, fomentar el empleo y el crecimiento económico, o completar el mercado digital único. En lo que a mi trabajo respecta, voy a seguir trabajando en completar y fortalecer el mercado energético europeo, diversificando y garantizando los suministros energéticos europeos, así como en la implementación del Acuerdo de París y en promover la transición hacia un modelo energético bajo en carbón y sostenible.
Sobre el pacto llevado a cabo en París, según usted “no es perfecto”, ¿qué se hubiera necesitado visto con perspectiva para un pacto más ambicioso?
El Acuerdo de París marca un cambio histórico en la lucha contra el cambio climático. Es el primer acuerdo puramente global sobre cambio climático, y es probablemente el acuerdo multilateral más importante del siglo XXI. Ha sido acordado por 195 países, un hecho sin precedente. Además, los planes nacionales presentados por los países participantes para reducir sus niveles de emisiones cubren, hasta el momento, alrededor del 98.5% de las emisiones de gases de efecto invernadero globales. El acuerdo de París va a sentar las bases para la lucha contra el calentamiento global en los próximos años. Ahora bien, París es solo un primer paso en la lucha global contra el cambio climático. Ahora afrontamos un nuevo desafío: traducir el lenguaje jurídico del acuerdo en acciones y políticas concretas para su implementación.
¿Cómo cree que será recordado este acuerdo?, ¿un acuerdo de mínimos o más bien una oportunidad desaprovechada?
Creo firmemente que el acuerdo de París será recordado como un hito histórico. Gracias al esfuerzo conjunto de la Unión Europea y nuestros aliados de la Coalición de Gran Ambición, el acuerdo alcanzado en París es sumamente ambicioso tanto en su alcance como en su contenido. Además, establece por primera vez un marco robusto y claro para que la comunidad internacional en su integridad adopte medidas específicas contra el cambio climático.
El acuerdo recoge las demandas más importantes de la Unión Europea, incluyendo un objetivo a largo plazo que reduzca el calentamiento global por debajo de los 2°C y promueva medidas para limitarlo a 1.5°C; la obligación legal para los países de llevar a cabo medidas para la mitigación del cambio climático; una revisión de los compromisos nacionales adquiridos cada cinco años que permita incrementar el nivel de ambición progresivamente; unas reglas de transparencia y de rendición de cuentas claras y robustas; y un acuerdo justo de financiación para los países más vulnerables.
El presidente Rajoy en la última cumbre del año le dio la enhorabuena en público por su trabajo, ¿cree que en España se ve con buenos ojos lo que se ha logrado?
Creo que la gran mayoría de ciudadanos españoles comprende la trascendencia del acuerdo alcanzado en París. Como país que sufre los efectos severos del cambio climático como sequías, incendios, fuertes lluvias e inundaciones, estamos muy concienciados sobre los efectos devastadores que el cambio climático ejerce sobre nuestro medio ambiente y nuestra economía. Asimismo, España es un país que dispone de un potencial enorme en energías renovables y tecnologías limpias, y la ciudadanía es consciente del importante papel que éstas pueden desempeñar en el futuro económico del país.
¿Cómo es su relación hoy por hoy con unas fuerzas tan mediáticas como las organizaciones ecologistas que hasta llegan a pedir su dimisión?
Mi relación con las organizaciones ecologistas es excelente. Durante el último año me he reunido en numerosas ocasiones con varios de sus representantes para escuchar sus demandas, intercambiar puntos de vista, y escuchar su opinión sobre nuestras propuestas legislativas. Es el deber de toda organización afectada por mis propuestas políticas ser exigente conmigo, como es mi deber escuchar todos los puntos de vista y valorar las posibilidades tanto prácticas como de interés común a la hora integrar sus ideas y sugerencias en nuestras políticas.
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