¡Manos a la obra!: cómo renovar un pasamanos de madera

Con el paso del tiempo, ciertas instalaciones que tenemos en casa pueden desgastarse y, si no se reparan, incluso llegar a romperse. Tomando uno de los ejemplos más comunes, vamos a enseñarte cómo renovar un pasamanos de madera.

Por supuesto, el mismo procedimiento que sirve para esto puede ser útil para muchos otros objetos de este material. Siguiendo los mismos pasos vas a poder darle un aspecto mejorado y, lo que es aún más importante, evitar que puedan romperse.

Cómo renovar un pasamanos de madera

Una de las tareas preventivas indispensables es barnizar los elementos de madera, por lo que tienes que renovar tu pasamanos con una lija fina para quitarle todas las impurezas que tuviera en la superficie, retirándolas con un paño seco hasta que no queden rastros de ellas.

Antes de trabajar sobre la barandilla, recuerda que debes cubrir tanto el suelo como las paredes para impedir que se manchen.

En este punto, los poros de la madera estarán abiertos por haberlos lijados. Es el momento ideal para aplicar un tratamiento de protección. Al hacerlo, mantendrás tu pasamanos o cualquier otro objeto de madera a salvo de hongos e insectos que los van comiendo poco a poco.

Transcurridas varias horas, una vez que la capa de protector se haya secado, añade una capa de producto lasur agua para exteriores. Recomendamos que lo hagas con una paletina porque es la única forma de llegar a todos los rincones respetando así la dirección de la veta.

Según el nivel de desgaste de la barandilla de madera, y siempre que la primera se haya secado, puede ser necesaria una segunda capa de producto lasur agua para exteriores. Completado el trabajo, tienes que limpiar las herramientas utilizadas con abundante agua y jabón.

¿Cada cuántos meses debería repetir el proceso?

Dependerá de la exposición al exterior o bien interior tenga el pasamanos de madera. Cuanto mayor sea la exposición a factores como el clima, más frecuentemente deberías repetir el proceso. El consejo es seguir de cerca la evolución de la superficie y barnizarla antes de que las grietas se profundicen.

Por otro lado, esta técnica no puede realizarse eternamente sino que llegará un día en que tengas que cambiar tu barandilla. Protegiéndola alargarás su vida útil, pero la seguridad es fundamental y sustituirla antes de que sea tarde reduce el riesgo de accidentes para ti y toda tu familia. Así que ponte manos a la obra.