La manera más fácil de ablandar las uñas de los pies
Mantener las uñas cortas es fundamental para evitar problemas de salud. Pero no siempre es fácil cortarlas, y algunas personas sufren especialmente cuando deben hacerlo. Si es tu caso, seguramente te interese saber cómo ablandar las uñas de los pies. Existen algunos trucos muy sencillos con los que puedes evitar que estén demasiado duras.
Por supuesto, habrás notado que las uñas de las manos suelen ser mucho más blandas que las de los pies. Esto, sumado a los problemas de elasticidad de algunos, hace tengan el mantenimiento adecuado. Como resultado de ello, corren el riesgo de que se encarnen y causen diversas afecciones cutáneas.
¿Cómo ablandar las uñas de los pies paso a paso?
Para evitar que el acumulamiento de hongos y bacterias en las uñas largas de los pies provoque infecciones y otras problemáticas, deberías ducharte antes de intentar cortarlas. Casi siempre, el agua caliente logra ablandarlas y te permite cortarlas sin tanto esfuerzo.
Sin embargo, en ocasiones las duchas son tan cortas o las uñas están tan duras que eso no es suficiente.
En caso de que no consigas ablandar las uñas de tus pies con la ducha, lo mejor es iniciar el proceso antes de higienizar tu cuerpo. Para eso, unos minutos antes aplica una loción hidratante para uñas. El secreto está en dispersarla haciendo masajes en la zona. Por otro lado, los movimientos circulares lentos ayudan al flujo sanguíneo e impiden que las células de los pies se «solidifiquen».
- Tras unos cinco minutos masajeando las uñas y sus alrededores, pon los pies en remojo.
- Llena un barreño con agua tibia, tanto como para que llegue hasta tus tobillos.
- Si puedes, añade unas gotas de aceite de bebé. Si no tienes aceite de bebé, hay algunos productos caseros como la sal gorda o las sales de baño que pueden reemplazarla.
- Al sustituirla por cualquiera de estas sales, echa vinagre para optimizar el reblandecimiento. Percibirás, tan pronto sumerjas los pies en el agua, que se relajan por completo.
- Lo ideal es que dejes los pies en remojo aproximadamente 15 minutos. Si no tienes tanto tiempo, que sean al menos 5 minutos.
- Combinando las sales -o el aceite de bebé- con el agua tibia, las uñas se ablandarán inevitablemente.
Puedes aprovechar este momento para ver mails de trabajo o para disfrutar de tu serie preferida. Haz alguna de tus actividades favoritas para que no te resulte el proceso más largo de lo que crees. Recuerda que cuando quites los pies del barreño debes ir a la ducha o proceder a cortar las uñas de los pies.
¿Tus pies están infectados? El agua tibia con jabón y alcohol es perfecta
En el supuesto de que alguno de tus pies, o ambos, esté infectado, la recomendación es sumergirlos en agua con jabón y alcohol. No puede ser cualquier jabón, sino que tiene que ser neutro. Al mezclarlo con el alcohol y el agua tibia quitarás los hongos, bacterias y otros microorganismos que producen las infecciones. Lava los pies antes de ir a la ducha o cortarte las uñas.
Para los pies infectados, el consejo es dejarlos sumergidos durante unos 20 minutos, lavarlos con agua tibia y, una vez cortadas las uñas, secarlos suavemente. No debe quedar humedad alojada entre los dedos porque eso genera pie de atleta, denominación que se le da a la infección fúngica típica de los nadadores. Secando los pies a tiempo, no se infectarán.
Ya secos, masajea la zona untando una loción hidratante. Sí, como te recomendamos al comienzo del artículo.
¿Cómo hay que cortar las uñas de los pies?
Probablemente piensas que te cortas las uñas bien, como todo el mundo. No obstante, hacerlo mal puede propiciar las infecciones, encarnaciones de uñas, y otras molestias que tardarán semanas en dejarte en paz. Lo primero es descartar la utilización de tijeras.
Aún cuando puede parecer que son más afiladas que los alicates, sus cortes son imprecisos y favorecen dichas complicaciones. Tienes que comprar unas tijeras específicas para uñas de los pies o un alicate de calidad para cortes exactos.
Por otro lado, debes desinfectar las tijeras o alicates al usarlos. Para eso, pásales un algodón empapado en alcohol.
Un detalle que puede parecer menor pero que no lo es, es que te pongas en un punto iluminado a la hora de cortarte las uñas. Nuestros pies quedan a varios centímetros de distancia al manipular la tijera o el alicate, y esa distancia junto con alguna que otra deficiencia de la vista, puede llevar a cortes o uñas desprolijas. Asegúrate de ver bien los pies y córtalas dándoles una forma «recta».
Las formas curvas son peligrosas, porque tienden a encarnarse. Tampoco las cortes demasiado cortas porque de lo contrario no te protegerán, lo cual es su función. Debes cortarlas una vez por semana, pocos milímetros. Y después de haberlas ablandado.
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