La tortilla francesa es española y su origen está en este pueblo: así surgió

El origen de la tortilla francesa es español, aunque puede parecer que, por su nombre, tiene un origen lejano, nada más lejos de la realidad. Su origen es español y es más antiguo de lo que quizás te puedas imaginar. Habrá llegado el momento de empezar a pensar en este plato que nos ha solucionado la vida. Siendo uno de los básicos que no pueden parar de cocinar una y otra vez, con una base que debemos conocer y una historia ligada a un punto de nuestro país.

El huevo es un ingrediente básico que seguramente debemos empezar a tener en cuenta en la nevera. Es un alimento que lo tiene todo para completar cualquier comida. Ese segundo low cost que ha acompañado infinidad de cenas o comidas, desde una temprana edad hasta nuestros días. Tocará estar pendiente de una serie de alimentos que han creado nuestras recetas tan auténticas que finalmente han acabado siendo las que nos han acompañado en numerosas ocasiones y con las que realmente no podemos dejar escapar. Es hora de apostar claramente por un tipo de tortilla que es la solución rápida a una buena cena.

Así surgió esta tortilla

Diferenciar la tortilla francesa, de la española, esa con las patatas y todo un símbolo nacional que no podemos dejar escapar. Habrá llegado ese momento en el que debemos empezar a prepararnos para descubrir un tipo de plato que tiene infinidad de alegrías y que puede acabar siendo el que mejor se adapte a nuestras necesidades.

En esencia, lo que queremos descubrir es un tipo de plato que nos acompañará en numerosas ocasiones y que puede acabar teniendo un origen más lejano de lo que nos imaginamos. La cocina con huevos como ingredientes tiene su origen prácticamente en la propia humanidad.

Todos recordamos consumir ese manjar, quizás un huevo de pato cuando necesitábamos más energía o estábamos enfermos. Sin duda alguna, es el momento de conocer en primera persona la forma en la que disfrutamos de un tipo de comida, que puede ser la que marque un antes y un después.

Un huevo, simple y directo, batido y convertido en una esponjosa tortilla que no lleva nada más que el toque justo de sal y algún elemento que usamos de vez en cuando. Un punto de alegría con un toque de ajo o un poco de sabor que descubriremos acompañándola de un poco de jamón, las posibilidades son enormes.

La tortilla francesa es española

Este tipo de tortilla no es francesa, sino que es española, es un buen básico que puede acabar siendo el que mejor se adapte a nuestras necesidades. Una opción de lo más recomendable que quizás hasta ahora no hubiéramos imaginado que fuera tan antigua o cuyo nombre fuera un recuerdo de la historia de España.

Desde la antigua roma ya nos llegan recetas de huevos batidos, con un poco de leche para darle el punto justo de alegría que debemos tener en cuenta. Tocará esperar varios siglos más, para que la tortilla a la francesa tenga el nombre que realmente no invita a pensar que es un invento de fuera, aunque su origen está en España.

El portal especializado Bonvivier nos explica la historia de esta increíble receta: «Leyendas populares cuentan que, durante la Guerra de Independencia, concretamente durante el asedio de Cádiz, tras la escasez de productos como las patatas, los españoles empezaron a preparar la clásica tortilla española sin utilizar patatas, bautizando esta versión simplificada de la receta original como tortilla a la francesa. Sin embargo, como hemos visto, otros países europeos le dieron ese nombre al ser la tortilla de moda en Francia en el siglo XIX. En España parece que solo copiaron esa moda».

Andalucía será pues el origen de esta tortilla que compite directamente con la tortilla de patatas que no sería tan lejana en el tiempo. Dicen que su origen está en las guerras carlinas y en esa forma de alimentar a los soldados con todo lo necesario para poder sobrevivir.

Las tropas carlistas empezaron a pedir y alimentarse de una mezcla de huevos y patatas. El secreto de poder sobrevivir al frente con todo lo necesario y más para poder darlo todo. Fueron unos expertos que no dudaron en darle a esta tortilla el poder que se merece.

Difícilmente podríamos encontrar una casa, excepto las veganas o ya ni ellas, porque siempre tienen sustitutos del huevo, que no cocinen estas tortillas. Son un buen básico low cost que puede tenerlo todo y más para hacernos disfrutar al máximo.

Un poco de embutido, un pan de pueblo, tomates para mojar el pan, junto con el aceite de oliva. Poco más se necesita para conseguir una mezcla de sabores que puede ser fundamental para disfrutar de nuestra cocina más auténtica.