En Valencia se consagran los 50 mejores restaurantes del mundo
Este Martes 20 en la capital del Turia se ha celebrado un nuevo akelarre de los premios gastronómicos mundiales. Una célebre marca de aguas italianas tuvo la feliz ocurrencia de establecer un listado en orden jerárquico de las mejores casas de comida planetaria. Seguramente los acuáticos no saben que jerarquía es un término griego que significa autoridad sagrada. Pero sin saberlo, han conseguido establecer un orden mundial donde se pierde el Oremus para alcanzar los primeros puertos del lío 50 Best.
Esta lista de los grandes cocineros mundiales tiene mucho que ver con el efecto Michelin. Nadie sabe quién es el Senado que adjudica el ‘dedazo’ de ser el mejor del mundo. Tanto como en este sarao o la Biblia roja, poco se sabe de sus entretelas, en este caso entre manteles, y de hecho algunos opinan que es más trasparente la elección de Papa en la Capilla Sixtina que la euforia de las galas del cocinillas.
En esta edición 2023 el pódium, vaya palabra para hablar de gastronomía y no de atletas, lo ocupa el peruano Virgilio Martínez Di Santo con su Central de Lima. Llevaba muchos años husmenando el título, y gracias a su cocina de los estratos y latitudes de la cocina andina ha merecido este reconocimiento del roneo mundial. Claro, aquí se trata que una vez que uno es considerado el mejor cocinero del mundo, pasa a ese Olimpo donde ya ni te valoran porque estás en compañía de Blumenthal, Redzepi, Bottura, o los beneméritos hermanos Roca. Qué buenos son todos, y qué felices hacen a los viajantes del comercio internacional que marcan las muescas culinarias en un estómago a prueba de talonario. Puro marketing, ahora huele que nuevamente lo español pinta mucho para los catedráticos del business gastro. Muy significativamente, los herederos directos de Ferrán Adrià son el triunvirato que disfrutan de la medalla de plata para que el legado no se pierda, y en breve también haya hueco en la Academia de notables. Dabiz Muñoz, que también de modo elocuente ha recibido en la persona de nuestro querido amigo Millán la cédula del mejor sumiller del mundo, tiene desde el bronce pinta de que merece en breve el oro.
Como si una manera geoestratégica de repartirse el mundo, la lista de los 50 ha puesto el ojo nuevamente en Copenhague con The Alchemist (después de los números 1 consecutivo con Noma y Geraniium). Mucha Italia, marca de la casa, y esa globalización que pasa por Bangkok, muchos restaurantes londinenses, yankees, y la valoradísima cocina nórdica. Tailandia no tiene tampoco el predicamento como debería, y Japón es destino obligado del millonario transoceánico.
Después de Valencia vendrá otra ciudad y lo que venga, y será un nuevo ejercicio de esa lotería en la que más allá de las terminaciones, le cae el gordo a los mismos. Con muchas burbujas y agua sana. Mientras tanto en el 2024 cerrará Noma. El nuestro seguirá siendo Etxebarri. Cuentan que el 4.