El mayor mito de Burdeos: Petrus
¿Qué buen aficionado al vino no ha oído hablar de Petrus?
Petrus es un vino tinto de la región vitícola de Pomelo, en Burdeos. Es uno de los vinos más apreciados y caros del mundo junto, con otras famosas bodegas como Lafite Rothschild.
Los comienzos
Petrus fue propiedad de la familia Arnaud hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Entonces fue entonces vendido a la señora Loubat, esposa de un hotelero de Lobourne. En 1961 esta fallece y la finca pasa a su sobrina Lily, quien vendió parte de la bodega. Desde 1964, Jean Pierre Moueix fue copropietario de Petrus junto con la mencionada Lily. En 2003 Jean Pierre fallece y sus hijos Jean-Francois y Christian toman las riendas de Petrus.
Jean Pierre fue quien convirtió la bodega en el mito que es hoy. Otros personajes contribuyeron a ello. Como los Kennedy, que al hacerse ‘fan’ de este vino, ayudó a incrementar su popularidad en los años 50s y 60s. Y la reina Isabel II lo eligió en su banquete de boda.
Jean-Claude Berrouet ha sido el enólogo de Petrus durante años, hasta que en 2007 cedió el puesto a su hijo Oliver.
Como si se tratara de la mítica serie de bodegueros ‘Falcon Crest’, al morir Lily su fortuna se ha desvanecido. Su sobrino y heredero, no consigue encontrar las 400 botellas de Petrus que conservaba, lo que equivaldría a unos 800.000 euros. Tampoco varios millones de euros ni su importante colección de pintura. Al parecer, todo está en manos de tres sospechosas personas: su administrador, su amante y Moueix, el co-propietario de la bodega. El administrador también ha desaparecido.
El viñedo
El viñedo de Petrus cubre sólo 11 hectáreas que cultivan 95% de uva merlot y 5% cabernet franc. En ellas se encuentra una tierra de gravilla. Las viñas se re-plantan cuando llegan a los 70 años: una edad muy superior a la práctica de la región.
No hay ningún castillo en la finca. Por eso, al contrario que muchos vinos de Burdeos, carece del título de ‘Chateau Petrus’; simplemente es Petrus. En palabras de su propietario “no merece el nombre de ‘Chateau’; se trata de una vieja finca” dice humildemente.
La vendimia se hace después del mediodía para evitar así la humedad de la mañana. Las uvas se recolectan a mano, recogiendo ocho racimos por cepa. Un equipo de 180 vendimiadores se concentran en este proceso a lo largo de dos días. El vino envejece en barrica de roble francés durante 20 meses. La producción, comparada con otros Burdeos, es pequeña: como mucho 2.500 cajas.
A pesar de ser una bodega tradicional, no dudan en utilizar medios modernos para mejorar la cosecha. En 1987 llovió tanto que utilizaron helicópteros para generar corrientes de aire y secar las viñas. También han colocado estufas en el viñedo para evitar las heladas.
¿Cuánto cuesta?
La añada del 2009, alrededor de 5.800 euros. La de 1947, 10.000. Otras añadas han alcanzan los 15.000 euros. Curiosamente Mouieix dice no ser rico: «las personas que venden Petrus hacen mucho más dinero que nosotros. El precio medio de una botella en nuestra bodega no supera los 50 euros».