Alarma en el PSOE: trackings internos le dan menos de 10 escaños con mayoría absoluta para el PP

Preocupación absoluta en el PSOE por la incapacidad de su candidato de ganar apoyos a cuatro días de las elecciones en Galicia que revalidarían la mayoría absoluta del PP. José Ramón Gómez-Besteiro, elegido a dedo por Pedro Sánchez, tocaría suelo electoral de los socialistas gallegos el próximo domingo. Ningún tracking interno del PSdeG ni Ferraz le mantiene los 14 diputados que tiene Gonzalo Caballero en la actualidad. En los últimos, incluso, llega a bajar de los diez diputados. Quedándose en nueve, cinco menos de los representantes actuales, aunque la media durante la campaña les sitúa en los 12, dos menos que los alcanzados en 2020.

Este mismo tracking sí mantiene la mayoría absoluta al PP de Alfonso Rueda con 38 escaños. El BNG de Ana Pontón, con 27, y Democracia Ourensana, con 1, hacen imposible una mayoría alternativa a la del actual presidente de la Xunta. Sumar, de Marta Lois, se debate entre los 0 y 1 diputados, que lo restaría a la candidatura de Pontón.

La situación interna en las filas socialistas, explican fuentes del partido en Galicia, es «de absoluta decepción e impotencia». Con tensiones internas que se mantienen en el tiempo desde hace años, con el último candidato Gonzalo Caballero enfrentado con el secretario general impuesto por Sánchez, Valentín González Formoso, «la mano de Ferraz» en la campaña no ha hecho más que anular a los dirigentes gallegos.

«Todo se ha decidido desde Madrid», denuncia un dirigente del PSdeG. Lo mismo que ha ocurrido en las últimas citas electorales autonómicas con el secretario de organización socialista, Santos Cerdán, detrás de las decisiones.

«Habrá que aguantar el golpe», señalan en el PSOE gallego, «y ver cómo nos recomponemos para no descomponernos del todo». Los sondeos indican una subida del BNG a costa de los socialistas y Podemos, que desaparecen del Parlamento de Galicia, en un escenario que «preocupa mucho» de cara a futuro.

El candidato Besteiro, por ahora, «no tiene ninguna autoridad a nivel autonómico» y aún falta para el congreso regional. Por lo que se da por hecho que, entre los pocos parlamentarios elegidos, Formoso intentará colocar en puestos de responsabilidad a los suyos para seguir teniendo amarrado el partido.

Vaivenes de Sánchez en Galicia

En el PSdeG denuncian «el manoseo de Pedro» con el partido en los últimos años. «Ha hecho lo que ha querido con nosotros y sólo hemos ido a peor», asumen con resignación. Hace un par de años impuso a Valentín González Formoso con su apoyo como secretario general en las primarias frente a Gonzalo Caballero, que llevaba menos de cuatro años en el cargo, y posteriormente designó a dedo y sin posibilidad de que otros tuvieran opciones reales en las primarias a José Ramón Gómez Besteiro como presidenciable.

Entre medio, se llevó a Madrid al ex delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, convirtiéndolo en ministro de Sanidad para ganar protagonismo y convertirlo en candidato a la Xunta. El archivo de la causa por la que estaba imputado Besteiro desde 2016, que le llevó a dimitir entonces, hizo que la opción Miñones se frustrase al rehabilitar Sánchez al ahora candidato.

Si, finalmente, el domingo cosecha los peores resultados de la historia del socialismo gallego, como indican todos los sondeos públicos e internos, Gómez Besteiro «va a tener muy difícil relevar a Formoso» en la secretaria general en el próximo congreso regional. El presidente de la Diputación de La Coruña «se hará fuerte» para intentar retener el cargo mientras en Moncloa, desde dónde se ha teledirigido el PSdeG en los últimos años, se promociona ya a la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey.

El veterano alcalde de Vigo, Abel Caballero, que mantiene una amplia mayoría absoluta, mira de reojo todo lo que está ocurriendo a sus 77 años. También el joven recién elegido líder del partido en Santiago y ex secretario general de las Xuventudes Socialistas, Aitor Bouza, tiene un futuro prometedor a sus 32 años.

El PSdeG señala a Sánchez

En el Partido Socialista de Galicia, tanto en la dirección de Formoso como en el grupo capitaneado por su antecesor Caballero, así como entre algunos miembros del equipo de Besteiro, se culpa a Sánchez del retroceso electoral que están experimentando en las encuestas. «Han querido nacionalizar unas elecciones autonómicas», coinciden muchos en decir, pese a que el año pasado esto mismo es lo que provocó la pérdida de la gran mayoría de gobiernos autonómicos que estaban en manos del PSOE y pasaron al PP.

Con muy poca autocrítica, el día siguiente a los comicios, el presidente disolvió las Cortes y convocó elecciones. La reedición del pacto progresista, esta vez con la suma de los supremacistas de Junts también, le permitió aguantar el tipo y no tener que asumir en primera persona la pérdida de apoyos electorales por su gestión.

Galicia es ahora su primera gran prueba de fuego tras su enésimo cambio de opinión, en este caso con la concesión de la amnistía a los separatistas, que siempre defendió como «inconstitucional». Aunque el PSOE ha intentado llevar la campaña al cuerpo a cuerpo con el PP, Feijóo y Miguel Tellado, sobre todo, la número dos del partido y vicepresidenta primera, María Jesús Montero, fuentes cercanas a Sánchez aseguran que «del resultado del domingo no se puede extraer un castigo al presidente ni por la amnistía ni por cualquier otra cosa». Misma estrategia que en los últimos meses: «Ponerse en el centro, pero repartiendo las culpas».

Si hay un buen resultado, cosa que cada vez parece más improbable, «lo capitalizará él». Si es malo, «buscará excusas y seguramente Ferraz cargará con la desunión que tenemos», explica un dirigente del PSdeG que envidia «la buena salud del PP» en Galicia.

Como ya pasó también en Andalucía o Castilla y León, dónde el PSOE fracasó estrepitosamente frente al PP, el mal rumbo de los sondeos se ha evidenciado con la presencia de ministros en Galicia. De un desembarco inicial total, con Sánchez presente de forma reiterada, el presidente no ha vuelto a pisar Galicia desde el pasado sábado cuando estuvo en Vigo. En principio acudirá este jueves y este viernes a A Coruña y Santiago, a los dos cierres de campaña «obligados» que llevan cerrados desde hace semanas.