Vox rompe con el PP: sale de todos los gobiernos de coalición tras el choque con Génova por los menas

Vox cumple el aviso lanzado el pasado lunes por su líder, Santiago Abascal, y da por rotos los gobiernos conjuntos con el PP tras aceptar estos el reparto de 400 menas propuesto por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Así lo ha anunciado Abascal este jueves tras la reunión los 17 miembros del Comité Ejecutivo Nacional, que integra la dirección del partido y todos sus dirigentes regionales. La decisión, que se alargó más de lo previsto, supone la dimisión y salida de cuatro vicepresidentes y doce consejeros autonómicos en total. Mientras, en los gobiernos afectados el PP ya han activado planes de contingencia ante el abandono de los miembros de Vox.

El anuncio afecta a todas las comunidades donde cogobiernan PP y Vox: Castilla y León, Extremadura, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia, Baleares. En esos territorios, además, Vox retirará a sus consejeros y todo su apoyo parlamentario -en el caso balear-.

«No tenemos apego a los sillones, sino a nuestras ideas», ha asegurado Abascal antes de anunciar «una de las decisiones más importantes para Vox».

Según el líder de Vox, el PP ofrece apoyo a «un corrupto que no deja de sembrar miseria, que condena a la inseguridad y la ruina a millones de personas. Ante este panorama, Feijóo se ha repartido los jueces, las comisiones, el Tribunal Constitucional y la Junta Electoral», ha señalado.

«Se lo habíamos advertido por activa y por pasiva», ha asegurado Abascal  recordando los avisos de las últimas dos semanas. La decisión del PP de asumir el reparto de menas, dice Abascal, «condena a okupaciones y a la inseguridad, y a un coste económico cada vez mayor, a todos los españoles».

«Hemos cedido muchas veces para consolidar una fórmula alternativa al gobierno corrupto. Pero es imposible. Nadie ha votado a Vox para que continúe la invasión de inmigración ilegal y menas. Si Feijóo quiere seguir con el globalismo, allá ellos», ha finalizado Abascal.

Durante la jornada del jueves, Abascal pidió paciencia hasta la reunión del Comité Ejecutivo Nacional en el que se tomaría la decisión. Pero se fueron viendo algunos gestos premonitorios, como por ejemplo la ausencia del vicepresidente murciano José Ángel Antelo y el consejero de Vox en la reunión del Gobierno de Fernando López Miras. O también la llamada del vicepresidente de Aragón, Alejandro Nolasco, al presidente del Gobierno regional, Jorge Azcón, para anunciarle que tanto él como su consejero de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Ángel Samper, preparaban su dimisión.

La medida afecta a 4 vicepresidentes y doce consejeros autonómicos. En el Gobierno de la Región de Murcia son José Ángel Antelo Paredes, vicepresidente de Interior, Emergencias y Ordenación del Territorio, y José Manuel Pancorbo, consejero de Fomento.

En Castilla y León, el vicepresidente Juan García Gallardo, y también Mariano Veganzones Díez, consejero de Industria, Comercio y Empleo, Gerardo Dueñas, consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, y Gonzalo Santonja, titular de Cultura, Turismo y Deporte.

En la Comunidad Valenciana supone la salida de Vicente Barrera Simó, el vicepresidente y también consejero de Cultura y Deportes. También de Elisa Núñez Sánchez, consejera de Justicia e Interior, y José Luis Aguirre Larrauri como consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca.

En Aragón dimite Alejandro Nolasco como vicepresidente primero y consejero de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, mientras que Ángel Samper abandonará su cargo Agricultura, Ganadería y Alimentación. Mientras, en Extremadura, Ignacio Higuero es el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural por Vox, aunque hay fuentes que consideran que podría continuar en el cargo bajo las siglas del PP.

Sin relación con Génova

Cabe recordar que la ruptura con el PP se inició el pasado mes de diciembre el día en que, como adelantó OKDIARIO, la dirección de Vox dio por amortizada su relación con Genova tras acusar a Feijóo de negarse a dar una respuesta conjunta al «golpe de estado» de Sánchez.

Abascal y Feijóo sólo hablaron una vez más, a finales de enero, cuando el popular le llamó para felicitarle por su continuidad al frente de Vox. Desde entonces, Abascal ha enviado una serie de cartas dirigidas a Feijóo proponiéndole medidas y líneas de acción conjuntas, que nunca recibieron respuesta tal y como ha reconocido esta semana el líder de Vox.

Culpan a Feijóo

En el caso actual, Vox reaccionó a la decisión del PP de votar a favor del reparto voluntario de 347 menores extranjeros no acompañados (menas) acusando a Feijóo de haber obligado a sus barones a aceptar esta medida. La formación conservadora consideró que, de esta manera, el líder del PP «rompió los pactos de gobiernos regionales por su obsesión de arrodillarse ante Sánchez» y convocó una reunión de emergencia para el jueves, en la que anunció que se decidirían los «próximos pasos».

Vox mostró su disposición a cumplir con el desafío lanzado por Santiago Abascal, después de haber advertido que desharían los pactos regionales con el PP si este pactaba con el PSOE el reparto de menas, acogiendo a estos inmigrantes en sus regiones.

Tras el voto favorable de los populares a ese reparto la noche del miércoles, Vox dio por rotos sus pactos y convocó una reunión de urgencia el jueves para decidir qué medidas tomar. Según argumentó la formación liderada por Santiago Abascal, Feijóo «obligó a los presidentes regionales a votar sí al reparto de 400 menas en la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia».

En el comunicado emitido por Vox en la tarde del miércoles se señalaba: «Tras entregar el CGPJ, RTVE, la Junta Electoral Central o aliarse en Europa contra los intereses españoles, el PP llega a un nuevo acuerdo con el PSOE y confirma dónde y con quién quiere estar».

El polémico reparto

Según la propuesta del Ejecutivo, las autonomías en las que PP y Vox gobernaban en coalición acogerían un total de 110 menores migrantes: Aragón, 20; Castilla y León, 21 menores; Comunidad Valenciana, 23; Extremadura, 30; y Región de Murcia, 30. Baleares, donde los populares gobernaban en minoría gracias al apoyo externo de Vox, acogería diez.

Los dirigentes de Vox, con Santiago Abascal a la cabeza, llevaban días advirtiendo al PP de que darían por rotos los gobiernos autonómicos si aceptaban la distribución de menores migrantes no acompañados, alegando que los pactos de gobierno suscritos abogan por políticas antiinmigración. Abascal avisó el lunes de que romperían con el PP en las autonomías si los presidentes populares no usaban todos los medios «políticos y legales» para oponerse al reparto.

«Los presidentes autonómicos del PP cumplieron las órdenes de Feijóo de forma unilateral, sin tener en cuenta a su socio de Gobierno», señaló Vox, «incluso faltando a su propia voluntad manifiesta y comprometida en las conversaciones internas mantenidas durante las últimas semanas».

Semanas de avisos

En las últimas semanas, Vox y el Partido Popular han protagonizado un intenso enfrentamiento en torno a la gestión de los menores extranjeros no acompañados en España. Los de Abascal llevaban ya dos semanas advirtiendo que, en caso de que el PP aceptase el reparto de menas propuesto por el PSOE, eso supondría la ruptura de los acuerdos de gobierno allí donde cohabitan.

El mensaje más claro llegó el pasado lunes desde la sede de Vox y en boca del propio Abascal: si había pacto por los menas, los Gobiernos regionales llegaban a su fin. El duro tono de Abascal anunciaba que en la dirección del partido se barajaban medidas drásticas si se traspasaba lo que, de forma interna, entienden como una línea roja.

Pese a que ninguno de los pactos de gobierno firmados por Vox con el PP mencionan textualmente a los menas o al acogimiento de inmigrantes ilegales, en la formación entienden que este fenómeno está intrínsecamente vinculado con la seguridad ciudadana. Así figuraba, por ejemplo, en el acuerdo de la Comunidad Valenciana: «Aseguraremos el orden público y la seguridad de los barrios, ambos pilares prioritarios de este Gobierno».

Vox ha recalcado estos días que la presencia de menas en España está vinculada a un aumento de la criminalidad y ha instado al gobierno a repatriarlos de manera inmediata con sus familias, así como a cerrar cuanto antes los centros y residencias donde se les aloja.