El vídeo de Mouliaá ante el juez: «Le dije a Errejón que estaba incómoda y me tiró en la cama»
OKDIARIO accede al vídeo de Elisa Mouliaá en el juzgado donde confirma que hubo "forcejeo"
Vea aquí la declaración íntegra de Elisa Mouliaá ante el juez
La actriz Elisa Mouliaá declaró ante el juez que investiga a Íñigo Errejón por una presunta agresión sexual que le comunicó que estaba «incómoda y violentada» y, a pesar de eso, la «tiró» sobre una cama del piso de unos amigos suyos y le hizo tocamientos no consentidos. «Me besó metiendo la lengua en la boca y forcejeé con él mientras me empujaba en la pared», explicó con detalle Mouliaá ante el juez Adolfo Carretero. Los hechos ocurrieron tras la presentación de un libro, cuando ambos acudieron a una fiesta privada donde había unas 12 personas.
Durante la declaración de Elisa Mouliaá en vídeo que desvela en primicia OKDIARIO, uno de los momentos más tensos se produjo cuando la denunciante describió lo sucedido en la habitación. Según su relato, el acusado la empujó sobre la cama y procedió a exhibirse, mostrando su «miembro viril». Ante la pregunta del juez sobre la finalidad de este acto, la denunciante respondió que «para violentar». Ella percibió una clara «actitud dominante» y que se sintió intimidada.
La descripción de los hechos continuó con el relato de tocamientos no consentidos y besos en el pecho, tras quitarle el sujetador. Cuando el magistrado le preguntó: «¿Cuánto duró el tiempo que estuvo chupándole las tetas, tocándole el culo y el glúteo y todo eso?». «Para mí se hizo eterno» y describió cómo le pidió que parara, quejándose incluso de la luz del techo y expresando su incomodidad ante la situación.
Según su testimonio, el episodio terminó cuando ella logró zafarse utilizando como excusa que habían dejado solo a Fernando, uno de los invitados a la fiesta. «Le dije que me apetecía volver a la fiesta», explicó ante el inquisitivo magistrado, añadiendo que después procedió a vestirse. A preguntas de si Errejón paró cuando le dijo que no consentía, Mouliaá respondió que sólo dejó su actitud porque ella le impidió seguir. Reconoce que no le bajó su ropa interior.
Tres incidentes
En su testimonio grabado en vídeo, Mouliaá describió tres incidentes distintos durante la misma noche, comenzando tras la presentación de un libro. Según su relato, tras tomar una cerveza en una cafetería de la calle Escalinata, invitó a Errejón «por cortesía» a una fiesta en casa de unos amigos, sorprendiéndose cuando él aceptó. La denunciante afirmó que durante el trayecto en taxi, Errejón le impuso «tres condiciones», incluyendo que no podía alejarse más de 20 metros de él. «Me quedé bastante cortada y no supe reaccionar», declaró ante el juez. El primer incidente ocurrió, según su testimonio, en el ascensor del edificio donde se celebraba la fiesta, donde asegura que Errejón la besó a la fuerza metiéndole «la lengua hasta la campanilla». «Yo me aparté diciéndole que iba muy rápido», afirmó Mouliaá.
Mouliaá describió un segundo episodio en una habitación de la vivienda, donde afirma que Errejón la llevó por la fuerza tras verla bailando con un amigo una canción de Los Secretos. «Me apoyó contra la pared… me quitó el sujetador», declaró, añadiendo que se sintió «violentada» y que le pidió que parara.
El tercer incidente presuntamente ocurrió en el domicilio de Errejón, adonde acudió pese a haber recibido una llamada de su padre informándole que su hija tenía fiebre alta. La denunciante atribuyó su comportamiento a su estado de ebriedad: «Estaba muy borracha… tengo lagunas».
Contacto posterior
Durante el vídeo del interrogatorio, Mouliaá reconoció haber mantenido contacto posterior con Errejón, incluyendo solicitudes de contactos profesionales para saber de algún abogado para separarse de su marido. Justificó estos contactos argumentando que «sentía que él me debía un favor» y que su terapeuta le había aconsejado no confrontarlo hasta sentirse preparada psicológicamente.
La denunciante explicó que tardó tres años en presentar la denuncia por recomendación de su terapeuta, aunque sí relató los hechos a sus amigas el 20 de octubre de 2021, días después del incidente. Según su testimonio, comenzó tratamiento psiquiátrico con antidepresivos aproximadamente seis meses después de los hechos.
Efecto del alcohol
Ante el cuestionamiento del juez sobre por qué no pidió ayuda durante la fiesta o rechazó ir al domicilio de Errejón, Mouliaá insistió en su estado de ebriedad y shock. «Estaba en shock y muy borracha, me daba todo vueltas… no era consciente de que esto era una agresión y un delito. Me afectó mucho, al año siguiente tomé pastillas antidepresivas», agregó.
La denunciante negó haber obtenido beneficio alguno de la denuncia, afirmando que la exposición pública le ha causado un grave perjuicio personal. «Ha sido muy duro recibir los comentarios que he recibido durante todo este tiempo», declaró en el juzgado.
El vídeo de la declaración de Elisa Mouliaá también recoge sus sospechas sobre la posibilidad de haber sido drogada: «Me he llegado a plantear si me llegó a poner algo en la copa porque nunca me había sentido así. A medida que pasaba el tiempo me iba sintiendo cada vez peor y no dejaba de estar en bucle». Cree que Errejón también tomaba ron pero no recuerda si de la misma mezcla. Igualmente dice que hacía tiempo que ella bebía alcohol por el embarazo y que sólo había cenado unos kikos de maíz en el bar.
También ha explicado que su decisión de denunciar se vio influida por el conocimiento de casos similares: «No imaginé que había tantas mujeres agredidas y entonces ella saca fuerzas y es cuando denuncia». Así también lo recoge el acta de la declaración que desveló en primicia de forma íntegra OKDIARIO.
Nuevos pasos
Errejón, tras una denuncia anónima de otra chica en redes sociales, dimitió de forma fulminante de todos sus cargos políticos, aunque él aseguró al juez que su renuncia «no ha tenido nada que ver con la denuncia». El político ha contratado al despacho Gimbernat para su defensa, mientras que Mouliaá cuenta con el respaldo del bufete Paredes & Asociados.
La investigación continúa su curso con la práctica de nuevas diligencias, incluyendo el análisis de las conversaciones de Telegram, WhatsApp e Instagram entre ambos, que podrían resultar claves para corroborar la versión de uno u otro. También se prevé la comparecencia de testigos del día de los hechos. Errejón se enfrenta a una posible pena de entre uno y cuatro años de prisión si es declarado culpable.