Susana Díaz pide a los suyos «no entrar en provocaciones» ante el discurso de Sánchez en Sevilla

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (Foto: EFE
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. (Foto: EFE)

La presidenta de la Junta, Susana Díaz, será reelegida secretaria general de los socialistas andaluces este fin de semana sin ningún contrincante que le plante cara en el hotel Renacimiento de Sevilla. El nombre del lugar elegido bien podría significar la nueva etapa que busca el PSOE-A con este congreso regional. Un renacer que incluye respetar el pacto de no agresión hacia Pedro Sánchez. 

El entorno de la lideresa confirma que ha pedido a los suyos «no entrar en provocaciones», sobre todo, con la clausura del cónclave que correrá a cargo del secretario general del PSOE. Los andaluces se muestran molestos con Ferraz, no por la intervención final de Sánchez asegurando que «es de toda lógica», sino con las discrepancias ideológicas que contienen algunos términos como el de plurinacionalidad. La federación andaluza no menciona el término en sus estatutos y mantienen como referente la Declaración de Granada de 2013 para hablar de la cuestión territorial.

Sin embargo, la pauta ya está dada y todos deberán de respetar con una posición de «lealtad» y «responsabilidad» la posición de la dirección federal. Se trata de mantener la calma a las puertas de un congreso que servirá para sacar pecho reivindicando el peso de la federación andaluza.

Muchos aventuraban que tras la derrota de Díaz frente a Sánchez, la lideresa perdería terreno en su comunidad frente a los numerosos críticos ‘durmientes’ con su gestión. La andaluza fue astuta y se apresuró a convocar el cónclave frente a los que señalaban: «Uno de cada tres militantes ya no está con ella». La respuesta no ha sido proporcional, tal y como esperaba el bando ‘sanchista’ con los delegados provinciales en los llamados ‘congresillos’.

Sólo en Almería, Jaén y Cádiz plantaron cara a Díaz presentando listas alternativas afines al secretario general consiguiendo apoyos únicamente en esta última. Sánchez apenas cuenta con 31 de los 489 delegados y desde la dirección explican que este caso no es comparable a las primarias porque «sigue teniendo mucho poder en Andalucía».

Díaz volverá a ganar por aclamación como ya hizo al conseguir la secretaría general del PSOE-A. Tras la lección aprendida de una campaña de primarias tardía, la andaluza mantendrá la entente cordial con Sánchez mientras vuelven a comenzar desde el punto de partida. Michael Corleone en el Padrino II comentó: «Mi padre me enseñó muchas cosas aquí. En esta habitación. Me dijo: Mantén cerca a tus amigos, pero aún más cerca a tus enemigos». Es el principio que ambos dirigentes mantienen, aunque en el día a día no dejen atrás esos pequeños toques de atención para fortalecer al partido.

La federación andaluza no se casa con Sánchez y se atreve a recriminarle lo que muchos que conforman la vieja guardia callan para no verse sustituidos de la principal fundación socialista por ‘sanchistas’ irredentos. No gusta el excesivo ‘tonteo’ con Podemos que, según la opinión de algún dirigente de esta federación, «podría terminar en la ‘pasokización’ del PSOE».

Tampoco agradó el rechazo al Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europeo y Canadá (CETA) porque «caminamos al revés que todos los socialistas europeos. Es muy difícil hoy en día dar la espalda al libre comercio», indican. Y, por supuesto, no aguantan los característicos ‘bandazos’ del secretario general.

En esta nueva etapa ya son conocidos la condonación de la deuda de Cataluña o el debate interno (o no) sobre el modelo territorial. «No se puede tener cada día una visión distinta de España y eso es lo que tendremos que vigilar», insisten. Pero la primera tarea antes de ‘pastorear’ a Sánchez se centra en reconstruirse y reiventarse con los logros en la espalda. «Es difícil no quemarse estando en el gobierno», reconocen e insisten en empezar de nuevo.

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