ERC

Los socios exigen a Sánchez que intervenga el algoritmo de Musk para «asegurar su neutralidad»

ERC acusa a Elon Musk de propagar el "neonazismo" con su algoritmo de X

Dice que pone "en el punto de mira" a los gobiernos que no son de "extrema derecha"

Sánchez redes
Gabriel Rufián, Pedro Sánchez y Elon Musk.
Rafael Molina

ERC, uno de los socios prioritarios del Gobierno de Pedro Sánchez, exige al líder socialista ir más allá en su arremetida contra la red social de Elon Musk, X, antes conocida como Twitter. La formación independentista insta al Gobierno a «tomar alguna medida» para «asegurar la neutralidad de las plataformas digitales» en relación con el «algoritmo de X», al que los republicanos acusan de propagar el «neonazismo».

Este jueves se ha publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales una pregunta parlamentaria de la formación que lidera Oriol Junqueras desde Cataluña para dar respuesta por escrita del Gobierno. En ella se requiere más información sobre un «posible cambio efectuado en el algoritmo de X, así como medidas previstas para asegurar la neutralidad de las plataformas digitales». Esa iniciativa la firma el diputado republicano Francesc-Marc Álvaro Vidal.

La cuestión que ha suscrito el representante de ERC subrayaba lo «preocupante» que creen que es «el uso» que Elon Musk hace de su plataforma. El partido independentista cita como ejemplo que el empresario estadounidense podría haber «aumentado la difusión de sus propias publicaciones, incluyendo una entrevista reciente a la líder de Alternativa por Alemania», un partido que aseguran que tiene «fuertes vínculos con el neonazismo».

Los republicanos inciden en que «no es la primera vez» que Elon Musk ha interferido en la política del Viejo Continente. Aluden a opiniones sobre la política británica o «conversaciones» con Giorgia Meloni, primera ministra italiana. Y aseguran que Musk tiene un «alineamiento con la agenda reaccionaria global» y que pone «en el punto de mira» a los gobiernos que no son de «extrema derecha».

A ojos de ERC, estas injerencias influyeron en «campañas de lawfare contra el independentismo catalán», que es la forma en la que el secesionismo se refiere a las causas judiciales con las que se persigue el referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre de 2017 y todas las acciones que tuvieron lugar a su alrededor.

Tras exponer todo esto, presenta al Gobierno varias preguntas:

  1. Conocer si «ha recibido el Gobierno» alguna información sobre el «posible cambio efectuado en el algoritmo de X».
  2. Interroga al Ejecutivo sobre si va a tomar «alguna medida» para «asegurar la neutralidad de las plataformas digitales».
  3. Plantea la cuestión de si Sánchez va a trabajar conjuntamente con la Comisión Europea para «evitar la difusión» de lo que ellos consideran «desinformación».
  4. Solicita más datos sobre si el Ejecutivo va a poner en marcha algún «plan de acción» con el objetivo de evitar interferencias.

La persecución de Sánchez a Musk

La iniciativa planteada por los socios de Sánchez tiene lugar a la vez que el presidente del Gobierno está recrudeciendo su discurso contra los propietarios de redes sociales, como es el caso de Elon Musk. A los grandes empresarios tecnológicos les acusa de «aumentar la división y el odio» y defiende que deben ser «penalmente responsables de lo que pasa en sus redes». El jefe del Ejecutivo español propuso, en el Foro de Davos, un plan contra los «tecnomillonarios». Dentro de esa estrategia está la eliminación del anonimato en redes y forzar a los dueños a dar a conocer el algoritmo para poder evaluarlo.

«No sirve de nada todo esto si no hacemos que los propietarios de las redes sociales rindan cuentas, porque son de las personas más ricas y más poderosas del mundo», aseguró Sánchez en la localidad suiza. «La mayor multa impuesta por la Comisión Europea a una empresa tecnológica era un 0,6% de sus beneficios anuales», detalló el líder socialista.

Además, esta misma semana, el jefe del Ejecutivo ha cargado contra lo que él ha considerado la «tecnocasta» de Estados Unidos, a la que ha culpado de controlar el debate público. «La democracia no es un euro, un voto, no es un tuit, un voto», subrayó el presidente del Gobierno. Sánchez pidió a Europa que se «rebele contra la tecnocasta» de Silicon Valley, aludiendo a las grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos, que usan, en su opinión, su poder «omnímodo» sobre las redes sociales para controlar el debate público.

El cambio en la retórica de Sánchez coincide temporalmente con la toma de posesión y la inauguración de la nueva etapa de Donald Trump al frente de la Casa Blanca.

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