Pleno del Congreso sobre el coronavirus

Sin guantes ni mascarillas: la mayoría de los diputados se salta las normas de Sanidad en el pleno del Congreso

Los únicos diputados que llevan guantes de látex en el pleno presencial extraordinario son miembros de los grupos de VOX y el Partido Popular.

Sin guantes ni mascarillas: la mayoría de los diputados se salta las normas de Sanidad en el pleno del Congreso
El diputado de Vox José María Sánchez García ha sido el único en acudir al Pleno con mascarilla.
Joan Guirado

Lejos de dar ejemplo, como representantes electos de la ciudadanía, los diputados en el Congreso se han saltado todas las recomendaciones del Ministerio de Sanidad en el primer Pleno tras la declaración del estado de alarma.

La mayoría de los miembros de la Cámara que han asistido, 28 de los 350 diputados más cinco ministros, lo han hecho sin guantes de látex, ni mascarillas, pese a tocar elementos comunes como la barandilla de la tribuna de oradores la cámara baja, que tras las intervenciones, una empleada de la limpieza se encarga de higienizar.

Pese a que alguno de los presentes debería estar en cuarentena por recomendación médica tras el positivo de personas muy cercanas, como el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y la portavoz del PSOE Adriana Lastra, se han plantado en el Congreso sin ningún elemento que evite el contagio o la transmisión del coronavirus.

Sólo cinco diputados de los que han asistido, el secretario general del PP Teodoro García Egea y el diputado José Antonio Bermúdez de Castro, el secretario de la mesa en representación de VOX Ignacio Gil Lázaro, el portavoz Iván Espinosa de los Monteros  y el diputado José María Sánchez García, también de la formación de Santiago Abascal, han cumplido con parte de las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.

A Egea, Bermúdez de Castro, Gil Lázaro y Espinosa de los Monteros se les ha podido ver con guantes de látex mientras que Sánchez García llevaba mascarilla durante todo el pleno. Abascal, positivo en coronavirus, ha sido la principal ausencia en el Hemiciclo junto a la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que ha querido evitar riesgos debido a su embarazo.

La única medida visible que ha adoptado el Congreso, en un pleno atípico, ha sido separar a los diputados con un metro de distancia entre ellos al menos. La presencia de una parte muy reducida de los representantes ha permitido a los servicios de la Cámara cumplir con la distancia de seguridad que recomiendan las autoridades.

Esta medida ha provocado que el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luís Ábalos, se tuviera que sentar en la última silla de la bancada del Gobierno, Lastra en la tercera fila para guardar la distancia con Sánchez o Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo con un sillón vacío entre ellos.

A diferencia de otros plenos, hoy, a la Carrera de San Jerónimo no han acudido ni un 10% de las más de mil personas que habitualmente trabajan en las instalaciones. El Congreso ha prohibido la entrada de periodistas y ha reducido al mínimo la presencia de ujieres, letrados y fotógrafos. En total, contando al secretario general, seis personas. Los periodistas también tenían el acceso restringido.

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