Sánchez entrega a Cataluña «el ingreso mínimo vital» y al Govern le parece «escasa» esta cesión
Generalitat y Gobierno han avanzado en traspasos a Cataluña, para la gestión de becas e ingreso mínimo vital o de infraestructuras históricamente demandadas, pero han discrepado sobre el alcance, que el Govern los ha considerado pasos «tímidos», mientras que el Ejecutivo central los califica de «históricos».
La Comisión Bilateral Estado-Generalitat se ha reunido este viernes en el Palau de la Generalitat, la sede del gobierno catalán en Barcelona, con la consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, y la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, encabezando ambas delegaciones.
La delegación catalana ha contado también con otros consellers como el de Políticas Digitales y vicepresidente del Govern, Jordi Puigneró, o el de Economía, Jaume Giró, así como la delegada del Govern en Madrid, Ester Capella.
Por parte del Gobierno han participado junto a Rodríguez los secretarios de Estado Alfredo González (Política Territorial), Héctor Fernando Izquierdo (Relaciones con las Cortes) y Xavier Flores (Infaestructuras), así como la delegada del Gobierno en Cataluña, Maria Eugènia Gay, entre otros.
La reunión ha servido para encarrilar algunos preacuerdos, como el relativo al futuro traspaso a Cataluña del Ingreso Mínimo Vital, una prestación no contributiva que opera en paralelo a la Renta Garantizada de Ciudadanía que ofrece la Generalitat, cuya intención es caminar hacia una gestión integrada de ambas prestaciones.
También se ha acordado la creación de tres ponencias técnicas para traspasar la gestión de becas para estudiantes, para seguros escolares y para los módulos económicos de órganos judiciales.
La Generalitat también recuperará las fincas forestales de Arnui, El Vilar y Montsià, pero especialmente dos infraestructuras históricamente demandadas: el observatorio meteorológico del Turó de l’Home y el canal de regadío Xerta-La Sènia; además de hasta siete depuradoras y un edificio del registro civil en Barcelona.
Asimismo, se ha acordado el traspaso de la autovía B-23 y una inversión de 20 millones de euros por parte del Gobierno, que permitirán la creación de un carril-bus de acceso a Barcelona; pero en cambio no se ha conseguido cerrar el cambio de titularidad para la B-30 y se seguirá trabajando para lograr ese acuerdo más adelante.
Pero a pesar de estos acuerdos, las ruedas de prensa posteriores han evidenciado las discrepancias entre ambos Ejecutivos respecto al alcance de los mismos.
Desde el gobierno catalán se ha considerado que se ha «avanzado en cuestiones relevantes, como el ingreso mínimo vital, pero se han producido avances tímidos en otras cuestiones importantes», ha dicho la consellera de Presidencia.
«Necesitamos resultados tangibles y de más entidad. La construcción de la confianza se construye con resultados», ha dicho Vilagrà, que sin embargo ha celebrado que se hayan desbloqueado «reinvindicaciones históricas» de Cataluña.
Más crítico ha sido, sin embargo, el vicepresidente catalán, Jordi Puigneró (JxCat), que ha ido más allá que Vilagrà (ERC) en la dureza de la valoración del encuentro: «Han habido avances pobres, de poca entidad y demasiado lentos. Si esta es la mesa en la que el PSOE pone el principal foco, es evidente que no es suficiente», ha aseverado.
Puigneró ha alertado que «se corre el riesgo de que este tipo de reuniones se acaben convirtiendo solo en fotos bilaterales», lamentando que solo se acuerden «comisiones y grupos de trabajo». «Tengo la sensación de que los traspasos viajan en Cercanías: con mucha lentitud y mucho retraso», ha ironizado.
Para el vicepresidente catalán, este encuentro es «la evidencia de que Cataluña continúa sin ser una prioridad para el Gobierno del PSOE», y ha opinado que si fuera así, abordaría la gestión de Cercanías -que él ha puesto sobre la mesa en la reunión-, del aeropuerto o «traspasos que luzcan».
En cambio, la valoración desde el Gobierno ha sido diametralmente opuesta, al calificar los acuerdos de «históricos, importantes y muy positivos para Cataluña», ha opinado Isabel Rodríguez.
«No es una percepción, es un hecho constatable. Hemos conseguido un avance competencial que no se había producido en más de una década», ha dicho la ministra y portavoz del Ejecutivo de Pedro Sánchez, visiblemente satisfecha.
Rodríguez ha querido agradecer especialmente «a Vilagrà y todo su equipo» el trabajo en «los últimos seis meses» y ha incidido en que ella también «ha hablado en los mismos términos, de acuerdo histórico», pero ha evitado valorar las críticas de Puigneró: «Una cosa son las percepciones, que respeto, y el vicepresidente puede tener la suya, y otra las realidades».
En cualquier caso, la ministra ha celebrado la «recuperación del diálogo, de la normalidad y de los afectos, así como los avances» que se han evidenciado en la bilateral. «Estamos viviendo un momento especialmente importante», ha sentenciado.