VACACIONES DEL PRESIDENTE

Sánchez coge el Super Puma para ir a Quintos de Mora (Toledo) a pasar la Navidad con su familia

Cada trayecto costará alrededor de 10.000 euros pese a que en coche supondría una hora y media y menos de 100 euros

Sánchez Super Puma
Pedro Sánchez, junto al Super Puma presidencial, en uno de sus múltiples viajes aéreos.
Joan Guirado

Pedro Sánchez ha vuelto a subirse a una aeronave oficial, en este caso el Super Puma, para desplazarse al destino de vacaciones elegido para pasar las Navidades en familia, la finca de Quintos de Mora (Toledo). Sánchez ha viajado este sábado, acompañado de su esposa Begoña Gómez, sus dos hijas y las dos perras de la familia. Allí permanecerán hasta principios de la próxima semana.

La distancia que hay entre el Palacio de La Moncloa -residencia habitual del jefe del Ejecutivo- y Quintos de Mora es de apenas 150 kilómetros. Un trayecto que en coche se realiza en una hora y media. Sánchez y su familia también podrían haber cogido uno de los múltiples AVE que conectan la capital española con Toledo, en un trayecto que dura media hora, y que le habría acortado algo más de la mitad de la ruta por carretera. Pero el presidente, acomodado a los lujosos recursos públicos de los que dispone, ha optado por hacer el trayecto en helicóptero.

Eliminar vuelos cortos

La utilización de este método de transporte es mucho más costoso y contaminante que el vehículo. Cabe tener en cuenta, además, que el Gobierno que preside ha prometido trabajar para eliminar los vuelos cortos que tengan una alternativa ferroviaria de menos de dos horas y media, como en este caso. Teniendo en cuenta que el Super Puma ha tenido que realizar tres viajes, dos de ellos en vacío de la base de Cuatro Vientos a La Moncloa y de Quintos de Mora a Cuatro Vientos, el desembolso público para el capricho del presidente supone alrededor de 10.000 euros por trayecto. 

El helicóptero, que pertenece al Ejército del Aire y del Espacio y que se destina para el uso de autoridades, partió de la base aérea de Cuatro Vientos, en el distrito madrileño de Carabanchel, a las 09:30 de la mañana. Seis minutos más tarde aterrizó en el helipuerto del Palacio de La Moncloa. Tras media hora de espera, el presidente y su familia se montaron en el aparato a las 10:16 horas de la mañana y emprendieron un viaje que les dejó en el destino minutos antes de las 11:00ñ. La aeronave regresó de nuevo a la base de Cuatro vientos desde donde saldrá el lunes o el martes para hacer los mismos trayectos a la inversa para recoger al presidente y llevarlo de vuelta a La Moncloa.

Los Sánchez – Gómez pasarán la Navidad en familia en el rancho de Quintos de Mora, alejados del ajetreo de Madrid, antes de volver a sus rutinas a mediados de la semana que viene. El miércoles 27, un día más tarde de lo habitual, el jefe del Ejecutivo reunirá en Moncloa al Consejo de Ministros y posteriormente comparecerá ante los medios de comunicación para hacer balance del año. Esa misma tarde pondrá rumbo a Irak para realizar un viaje oficial de dos días.

Tras ello, y si no hay cambios de última hora, Pedro Sánchez y toda su familia se volverán a subir al avión para marcharse de vacaciones de nuevo. En este caso un poco más lejos, a la isla de Lanzarote, a la finca de Las Marismillas. Fuentes del entorno del presidente, consultadas por OKDIARIO, señalan que tiene previsto pasar la Nochevieja al calor de los más de 20º grados de temperatura que hay estos días en el archipiélago canario. La previsión es que permanezcan en Lanzarote hasta el día de Reyes.

El rancho de Quintos de Mora

El rancho de Quintos de Mora, en el municipio toledano de Los Yébenes, es una de las propiedades que tiene a su disposición el presidente del Gobierno, tanto para sus horas de trabajo como de ocio. El líder socialista ha optado más por usarla para sus vacaciones o pequeños retiros. En un par de ocasiones ha aprovechado también para reunir allí a todo su gabinete, en unas jornadas de convivencia de los socios de coalición. El año pasado también recibió en la finca al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en las horas previas a la celebración de la reunión anual de la Alianza Atlántica en Madrid.

Se trata de una residencia campestre, en pleno paraje natural en los Montes de Toledo, que cuenta con una gran superficie de 1.100 hectáreas idóneas para desconectar del ajetreo de la ciudad. La finca también tiene una amplia piscina y un helipuerto -en el que ha aterrizado la familia presidencial este sábado para disfrutar de sus vacaciones-. Este paraje, utilizado anteriormente por todos los presidentes del Gobierno -en él José María Aznar recibió a George Bush popularizándolo como Camp David- los mandatarios han practicado tradicionalmente la caza. Por lo que en el interior de las estancias del complejo, además de muchas obras de arte, hay decenas de ejemplares disecados.

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