Sánchez adoctrinará en las aulas sobre la «desinformación» como «amenaza» para la Seguridad Nacional
Moncloa amplía su plan de lucha contra aquello que considere «desinformación». En las últimas semanas, el Gobierno de Pedro Sánchez ha impulsado tres órganos que ponen el foco en este ámbito con el objetivo de implicar a los propios ciudadanos en el abordaje del fenómeno. El asunto siempre ha sido objeto de polémica y críticas por parte de los grupos de la oposición por la posible intencionalidad censora del Ejecutivo. Moncloa ha elevado la «desinformación» a la categoría de «amenaza» para la Seguridad Nacional.
Moncloa ha puesto en marcha dos mecanismos para activar el Plan Integral de Cultura de la Seguridad Nacional. Este plan fue aprobado por el Consejo de Ministros en mayo de 2021. No ha sido en cambio hasta ahora que el Gobierno ha implementado los órganos que se encargarán de ejecutarlo: un Foro y un Grupo Interministerial de Seguimiento y Evaluación de la Cultura de Seguridad Nacional. Estos se suman al Foro contra las campañas de desinformación en el ámbito de la Seguridad Nacional que vigilará aquellas campañas que «buscan polarizar a la sociedad y minar su confianza en las instituciones y suponen, además, una grave amenaza para los procesos electorales».
El Plan Integral de Cultura de la Seguridad Nacional contempla varios ámbitos de actuación para que la ciudadanía sea partícipe de las amenazas y riesgos que afronta el país. Con este plan, anuncia Moncloa, se pretende «proyectar en la ciudadanía que todos los ámbitos de la seguridad convergen para proteger la vida cotidiana». Entre ellos se cita expresamente la «lucha contra la desinformación», junto a otros componentes como la Defensa Nacional, la «seguridad alimentaria y sanitaria», la «ordenación de los flujos migratorios», «la no proliferación de armas de destrucción masiva» o la ciberseguridad.
Entre sus líneas de actuación, el plan considera prioritario «generar conocimiento y cultura crítica en el ámbito del sistema educativo». Y, en este contexto, se «proporcionarán conocimientos para evitar la manipulación a través de campañas de desinformación».
Polémicas
La lucha contra la «desinformación» por parte del Gobierno socialcomunista ha provocado varias polémicas. En octubre de 2020, Moncloa aprobó su Procedimiento de actuación contra la desinformación, que fue contestado incluso por las propias asociaciones de periodistas, avisando que podría derivar en censura. En dicho procedimiento se admitía como uno de los propósitos «examinar» la «libertad y pluralismo» de los medios de comunicación y se contemplaba la «monitorización y vigilancia» de los medios. Un punto que fue ampliamente criticado. «Sánchez saca una orden para vigilar medios y perseguir lo que su gabinete considere desinformación», alertaron desde el PP. La oposición calificó este plan de «Ministerio de la Verdad».
En abril de 2020, el entonces jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, el general José Manuel Santiago, desveló en una de las ruedas de prensa sobre la pandemia la existencia de una orden en la que se exigía perseguir bulos y desinformaciones que provocasen desafección a las instituciones del Gobierno. El mando policial reconoció que el Instituto Armado trabajaba en «minimizar todo el clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno».
En su Estrategia de Seguridad Nacional, aprobada el pasado diciembre, el Gobierno recoge expresamente las campañas de desinformación como una amenaza y un riesgo para el Estado. «Suponen una grave amenaza para los procesos electorales», se recoge en el informe, que destaca la «voluntad de generar confusión y socavar la cohesión social; el uso coordinado de distintos medios para la creación y difusión de contenidos dirigidos a audiencias amplias; y la intención maliciosa con fines de desprestigio o influencia sobre el objetivo del ataque».