El PSOE termina una campaña que ha ido de menos a más con la esperanza de gobernar la Junta

campaña Sánchez Castilla y León
Pedro Sánchez y Luis Tudanca. (Foto. PSOE)
Joan Guirado

La derrota de Luis Tudanca nunca podía ser la de Pedro Sánchez. Pero su victoria no sólo puede serlo, debe serlo. Con esa consigna han trabajado en los últimos días en el cuartel general del PSOE para cambiar la estrategia en una campaña en la que los socialistas han ido de menos a más. Tal vez por las altas expectativas que había puesto el PP con el adelanto electoral y el espejo en el Madrid de Isabel Díaz Ayuso o tal vez porque, esta vez sí, han logrado convencer a los castellanoleoneses con que no basta sólo con ganar para gobernar. Sea por lo que sea todos los sondeos apuntan a un mejor resultado de Tudanca de lo esperado. Y Sánchez quiere aprovecharse de ello para impulsarse y obligar al PP a pactar con ellos.

En la cúpula del Milenio de Valladolid, iluminada de rojo y talismán de los socialistas, desde donde Sánchez relanzó su campaña en 2017, el PSOE ha puesto el broche final a una campaña en la que el presidente ha pasado de estar desaparecido a omnipresente. El partido en Castilla y León y Ferraz convinieron, tras la convocatoria electoral, que era bueno que Sánchez no estuviera muy presente. Para poner el foco en el candidato Tudanca, con un PP muy centrado en el cuerpo a cuerpo con en el jefe del Ejecutivo, y para evitar que se le pudiera achacar a él un posible mal resultado en las urnas. Pero con el cambio en las expectativas todo ha cambiado. Y ha pasado a ser el gran protagonista en la recta final de la carrera. De los cuatro actos planificados a los tres en los últimos tres días.

Ante unas 1.200 personas que han abarrotado la sala, obligando a algunos de los asistentes a seguir el mitin desde la calle, dotados de banderas del partido y de Castilla y León, los asistentes al acto han recibido a los ponentes en pie y con una sonora ovación mientras, de fondo, subía de decibelios el ‘Aria de la Rosa’, el himno socialista. Hay ilusión, aunque comedida. Frente a las altas expectativas del PP, el PSOE llama a la prudencia. Se ven ganadores en votos, pero eso no tiene que traducirse en escaños y muchos menos en llegar fácilmente al poder. Aunque Sánchez y Tudanca se han mostrado confiados en destronar al PP del poder regional.

El PSOE se encomienda a aprovechar lo que consideran un error y una irresponsabilidad del PP en una oportunidad para que los socialistas lleguen a la Junta. Según ha señalado el candidato Luis Tudanca en varias ocasiones a lo largo de estos 15 días de campaña, el ánimo no sólo es el de repetir los resultados de 2019 cuando ganaron, sino el de mejorar la marca de las pasadas elecciones autonómicas, en las que los socialistas lograron 35 procuradores para poder gobernar. «A ganar, a ganar, por más», ha arengado Tudanca.

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