El PSOE prepara también un golpe fiscal a las empresas: quiere que tributen un mínimo del 15%

Pedro Sánchez
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)
Carlos Cuesta

El PSOE pretende acabar con la posibilidad de las empresas de aplicar deducciones fiscales hasta quedar en pagos que pueden rondar un tipo real del 5% ó el 7% de forma habitual. El Partido Socialista quiere aplicar un tipo mínimo del 15% para las empresas, tal y como refleja el documento de propuesta fiscal del partido de Pedro Sánchez al que ha tenido acceso OKDIARIO.

“La escasa recaudación del IS no es un problema únicamente español, pero en nuestro país presenta una magnitud superior a la media de la OCDE”, aclara el documento. “Por tanto, en materia de IS (Impuesto de Sociedades) la apuesta debería ser apoyar la Propuesta de Base Imponible Común y Consolidada de la UE, mejorándola. El ideal sería completarla con un tipo de gravamen mínimo”, aclara el texto.

Además, los socialistas pretenden crear un nuevo impuesto a las empresas digitales: “Del mismo modo, también debe apoyarse la reciente propuesta de creación de un Impuesto sobre la cifra de negocios para las empresas que operan en la economía digital”, añade.

Las medidas concretas son las siguientes: la introducción de un tipo mínimo del 15% del resultado contable de los grupos multinacionales: “Parece obligado considerar como una posibilidad plenamente viable un impuesto mínimo del 15% sobre el resultado contable obtenido en España por los grandes grupos económicos”, dice literalmente el documento del PSOE.

Pero, además, pretenden incluir una rebaja de las deducciones: “También hay que reconsiderar la exención de plusvalías interiores y de las exenciones por doble imposición que no respondan estrictamente a evitar dobles imposiciones”.

Además buscan una “revisión de todos los incentivos y regímenes especiales con criterios de coste beneficio y equidad, considerando el derecho comparado, en particular, el régimen para entidades de tenencia de valores extranjeros”.

La propuesta incluye la “publicidad de los beneficiarios de los incentivos -a partir de cierto importe- para explicitar los casos en los que son las mayores empresas las que acaparan los incentivos”. Y la “creación de un impuesto sobre beneficios desviados (existente en Reino Unido y Australia). Alternativamente, impuesto sobre anunciantes en Internet (gravamen indirecto de Google y similares)”.

Según sus cálculos, las medidas anteriores proporcionan una recaudación acumulada de 4.000 millones de euros.

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