Crisis del coronavirus

El PSOE pidió suspender en Valencia «competiciones no profesionales» el 3 de marzo pero permitió el 8-M

El Gobierno de Ximo Puig ya sabía que ese día en la Comunidad Valenciana había ya toda una explosión de hospitalizados por coronavirus: 105 casos y 5 en la UCI

competiciones coronavirus
Imagen del Valencia-Atalanta, de Champions, jugado a puerta cerrada por el coronavirus(AFP).
Carlos Cuesta

El PSOE sí creyó en la necesidad de «medidas extraordinarias» por el coronavirus desde el 3 de marzo en la Comunidad Valenciana. Pero de forma selectiva: para competiciones no profesionales, sí; para el 8-M, no. El PSOE de la Comunidad Valenciana, de hecho, fue a más en las medidas impuestas por el Ministerio de Sanidad en esa misma fecha y para celebrar a puerta cerrada los partidos con equipos procedentes de países de riesgo: exigió por escrito suspender «competiciones no profesionales y que carezcan de implicación clasificatoria» cinco días antes del 8-M por el coronavirus.

Pero, ese mismo Partido Socialista, sin embargo, y pese a reconocer un «riesgo inminente y extraordinario para la salud», decidió que los controles para evitar contagios tenían que ser selectivos. Tanto que el 8-M sí se podía celebrar. Porque ese día tenían su manifestación feminista.

El documento que hoy muestra OKDIARIO recoge los acuerdos adoptados por el Gobierno de Ximo Puig el 3 de marzo.

Alta participación de aficionados

En ese texto, firmado por la consejera valenciana de Sanidad, Ana Barceló, se detalla el acuerdo para celebrar a puerta cerrada por el coronavirus los «eventos en categoría de competición profesional en que se espera una alta participación de aficionados» y en los que se daban cita equipos procedentes de «las zonas establecidas como de riesgo de transmisión de la enfermedad Covid-19».

Este punto no aportaba realmente ningún requisito adicional a lo ya obligado por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Y es que el Ministerio de Sanidad había recomendado igualmente que los eventos deportivos profesionales «en los que se espere alta afluencia de aficionados procedente de zonas de riesgo se celebren a puerta cerrada». Ello afectaba ya al partido de la Champions League que enfrentaba el martes 10 de marzo al F.C. Valencia con el Atalanta de Bérgamo.

Pero el documento valenciano fue a más casos, ampliando las cautelas del Gobierno central. Porque ese mismo día 3 de marzo, el Gobierno regional del PSOE de Ximo Puig ya sabía que en la Comunidad Valenciana había ya toda una explosión de hospitalizados por coronavirus: 105 casos y 5 en la UCI por contagio del virus.

Riesgo de contagio

Así, el texto añadía las categorías deportivas no profesionales entre las cautelas, en las que pedía identificar a los «deportistas, aficionados y acompañantes» que podían implicar un riesgo de contagio por proceder de focos de contagio internacionales.

Por último, elevaba las cautelas aún más hasta señalar que «las competiciones no profesionales y que carezcan de implicación clasificatoria, se aplacen o suspendan», ante el coronavirus.

Es decir, que en ningún caso se celebrasen esos partidos o competiciones por, como indica el documento más arriba, «un riesgo inminente y extraordinario para la salud» ante el coronavirus. Pese a todas esas cautelas, ninguno de ellos planteó impedir la manifestación del 8-M.

Hay que recordar la importancia de la Comunidad Valenciana en el avance del coronavirus. Y es que los datos oficiales del Ministerio de Sanidad ya han vuelto a traicionar a Pedro Sánchez en este punto. El presidente mintió a toda la población al ocultar los contagios en Madrid, que se habían disparado a tasas diarias del 50% antes del 8-M.

Pero mintió igualmente al ocultar que la Comunidad Valenciana no sólo tenía, ya antes de la manifestación feminista, una tasa de contagios voluminosa sino, lo que era más delicado aún, esa región registraba ya el primer aviso de colapso sanitario, con 146 hospitalizados por coronavirus.
De hecho, este último engaño -descubierto por OKDIARIO tras acceder a los datos históricos oficiales en poder de Sanidad- se suma al ocultamiento de 28 muertos producidos en los días previos al 8-M y la jornada de la manifestación, muertos que Sánchez ha incluido en esa documentación como fallecidos de golpe en la jornada del 8-M.

Datos ocultados

Se trata del último capítulo de mentiras oficiales en la gestión del coronavirus. Los datos históricos que atesora el Ministerio de Sanidad revelan que en la campaña de los socialistas contra la Comunidad de Madrid ocultaron desde el primer día el avance de la enfermedad en otra región: una que gobernaba el PSOE: la Comunidad Valenciana.

Ahora, este documento demuestra que fueron sensibles a ello: aplicaron medidas de cautela extra. Aunque no para la manifestación feminista del 8-M.

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