La Policía de Marlaska multó a manifestantes en Ferraz con 1.200 € por «no subirse a la acera»

Los agentes de Policía Nacional que fueron desplegados por el Gobierno para dispersar las protestas ciudadanas contra la sede del PSOE en Ferraz por sus cesiones al separatismo -incluida la Ley de Amnistía- multaron a manifestantes con hasta 1.200 euros por «no subirse a la acera» cuando «se iba a restablecer el tráfico rodado», según consta en un expediente de sanción al que ha tenido acceso OKDIARIO.

En este documento oficial, con sello de la Secretaría General de Derechos Ciudadanos de la Delegación del Gobierno en Madrid, se describen unos hechos que tuvieron lugar a primeros de noviembre cuando «en la calle Ferraz esquina con la calle del Buen Suceso», el denunciado procedió a la «comisión de una desobediencia y una grave falta de respeto a los agentes de la autoridad en ejercicio legítimo de sus funciones». Un suceso, prosigue el expediente, que se produjo «en el marco del desarrollo del dispositivo policial desplegado con motivo de una concentración no comunicada contra la Ley de Amnistía frente a la sede del Partido Socialista Obrero Español».

Sin embargo, el relato de los hechos a continuación es bastante significativo pues se limita a decir para justificar dicha desobediencia y falta de respeto a los agentes que «una vez finalizada dicha concentración se indica a los presentes, entre los que se encontraba el denunciado, que se subieran a la acera puesto que se iba a restablecer el tráfico rodado, negándose a obedecer hasta en más de diez ocasiones, motivo por el que es propuesto para sanción». Eran entonces las 20:45 horas y el dispositivo policial se afanaba en este caso en que no hubiera manifestantes ya no delante de la sede del partido del Gobierno, sino en las inmediaciones, por lo que había especial interés en recuperar la circulación de vehículos cuantos antes.

Esta actuación policial contrasta con la que se observó la pasada semana en la calle de Génova cuando afines a Podemos se movilizaron para protestar contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En este caso, la Policía Nacional, dependiente del Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska, permitió que los manifestantes se concentraran entre gritos y abucheos a escasos metros de la sede nacional del principal partido de la oposición.

Así, los activistas de extrema izquierda protagonizaron una suerte de escrache contra Ayuso ante la sede nacional del PP, donde lanzaron consignas del tipo «¡Son asesinatos, no son muertes!», en relación a los fallecimientos en las residencias de ancianos durante la pandemia de coronavirus, centros que eran de la competencia del entonces vicepresidente social y líder de Podemos, Pablo Iglesias. La turba concentrada ante Génova pidió la dimisión de la dirigente madrileña y también gritó «¡Es una mafia, no es un partido!», para referirse al PP. En cambio, los responsables morados que acudieron en esta concentración han declinado protestar ante la sede del PSOE por el caso de corrupción que sacude al partido de Pedro Sánchez y a su gobierno, la trama Koldo.

Este lunes en rueda de prensa en Génova, el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, señaló que los que no hace mucho tiempo se manifestaban en torno al 15-M, en la Puerta del Sol, son hoy «palanganeros del poder» porque «viven también del poder». «Y decir esto no es crispar la política española», enfatizó.

367 sanciones

En una reciente respuesta parlamentaria al diputado de Sumar y portavoz de IU en el Congreso, Enrique Santiago, el Gobierno de Pedro Sánchez ha comunicado que las Fuerzas y Cuerpos de seguridad detuvieron a un total de 84 personas por incidentes producidos en las concentraciones de la zona de Ferraz, además de ejecutarse 367 sanciones en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, «todas ellas aún en tramitación». Una de esas sanciones es la que publica hoy OKDIARIO.

Izquierda Unida ha calificado de «breve respuesta» esta contestación del Gobierno, ya que, a su juicio, se ha limitado a facilitar las cifras de detenciones y denuncias realizadas, mientras que «obvia» otros asuntos planteados por Santiago en una iniciativa parlamentaria, como el número de denuncias penales que ha presentado la Policía Nacional por «altercados» en estas concentraciones o información sobre una «presencia permanente de elementos radicales con simbología fascista en primera línea».

Sin embargo, en estas protestas participaron muchos vecinos de Madrid de forma pacífica, si bien los socialcomunistas y sus satélites mediáticos no tardaron en identificar esta protesta ciudadana con grupos ultras. Es más, pese a manifestarse sin violencia alguna en los alrededores de Ferraz, estos ciudadanos fueron incluso gaseados por la Policía Nacional en una extralimitación que también criticó en su día el Partido Popular y de la que responsabilizó al ministro Marlaska, llegaron a exigir su comparecencia en el Congreso.