Sánchez se niega a entregar los datos del uso del Falcon en la campaña electoral del 28-A

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Carlos Cuesta

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, acaba de dar una muestra más de su falta total de transparencia. Pese a los requerimientos a través de los organismos oficiales de Transparencia, Moncloa se ha negado a entregar el detalle de la utilización de los distintos medios de transporte por parte del presidente en la última campaña electoral del PSOE. La negativa esconde el deseo de Sánchez de mantener, sin la más mínima y legal publicidad, el uso que hace de dos de sus principales medios de transporte presidenciales: el avión Falcon y el helicóptero Super Puma.

El presidente del Gobierno tiene derecho a usar tanto el avión presidencial como el helicóptero oficial. Pero el uso de estos dos medios de transporte no puede ser arbitrario. De hecho, su utilización está sujeta a un protocolo de comunicación y fiscalización que permita certificar que ambos aparatos están siendo empleados conforme a las exigencias legales.

Pese a ello, Pedro Sánchez no ha querido en ningún momento dar ni la más mínima explicación del uso que realiza del jet y del helicóptero presidenciales.

El equipo presidencial se ha negado reiteradamente, y a petición tanto del Senado como del Consejo de Transparencia, a dar información sobre el número de veces que ha utilizado estos aparatos, así como del coste que supone y de las rutas en las que se han utilizado tanto el avión como el helicóptero oficial.

Uso en campaña

Pero la situación más obscena acaba de producirse. Porque si esta ocultación va en contra de las exigencias de transparencia habituales, aún va a más cuando se trata de certificar que los medios presidenciales no se han utilizado en campaña electoral. En este caso podrían llegar a considerarse esos medios como una vía de financiación ilegal de la campaña.

En esta ocasión el requerimiento apoyado en la Ley de Transparencia y en las prerrogativas del Consejo de Transparencia se realizó para comprobar que los medios oficiales de La Moncloa no están siendo empleados en beneficio de la candidatura de uno de los partidos españoles: el PSOE.

Con este fin, el pasado 20 de mayo llegó a Presidencia del Gobierno el requerimiento de datos sobre si el jet y el helicóptero presidenciales han participado como medios de transporte en la campaña electoral del PSOE.
La respuesta de Pedro Sánchez ha sido, como es habitual, ninguna. Todo ello teniendo en cuenta que ha superado con creces todos los márgenes temporales legales de plazo de respuesta. Y que, por lo tanto, se encuentra en un nuevo caso de desobediencia a las exigencias legales de Transparencia.

La pregunta concreta enviada a través de Transparencia reclamaba la siguiente información: “Medios de transporte oficiales utilizados por el Presidente del Gobierno en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 20 de mayo de 2019 en desplazamientos ajenos a su condición de Jefe del Ejecutivo, realizados en el territorio nacional, y copia de los informes justificativos de la necesidad de utilizar medios de transporte aéreos oficiales, si los hubiere. Se solicitan desglosados por medio de transporte y con indicación de la fecha”.

De nuevo, la contestación oficial ha sido la de actuar como si no existe era Ley ni Consejo de Transparencia en España. Es decir, desobedeciendo las exigencias mínimas de información pública que permiten controlar la legalidad de las actuaciones del Ejecutivo.

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