Pedro Sánchez apoya la dictadura lingüística de Armengol en Baleares
El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha respaldado este martes las medidas que el Gobierno balear de la socialista Francina Armengol está implantando para imponer el uso del catalán, como exigirlo como requisito para trabajar en la sanidad pública.
En una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press, Sánchez ha afirmado que no cree que en España exista un problema con las lenguas cooficiales a pesar de que algunos presidentes autonómicos de su partido tengan una visión «parcial» sobre lo que debe ser la política lingüística en este país.
En las últimas semanas, dirigentes socialistas como los presidentes de Aragón, Javier Lambán, y Castilla-La Mancha, han alertado contra las políticas lingüísticas que pretenden arrinconar al castellano en algunos territorios con lenguas cooficiales y partidos independentistas.
«Entiendo que haya presidentes autonómicos de mi partido que tengan una visión parcial sobre lo que tiene que ser la política lingüística de nuestro país. Pero yo aspiro a presidir el Gobierno de España», ha señalado Sánchez, convencido de que «el problema no está en las lenguas», sino en hacer de ellas un «factor divisor».
Sánchez, que ha saludado la rectificación del Gobierno de no usar el artículo 155 en Cataluña para alterar el modelo de escuela catalana, considera que el problema en este territorio, por ejemplo, no está en el uso de la lengua, sino en el «adoctrinamiento» que «eventualmente» pueda estar dándose en algunos colegios a favor de las tesis independentistas.
En el caso concreto de Baleares, Sánchez ha recordado que en la legislatura pasada el Gobierno del PP echó a la calle por los recortes a 1.400 profesionales sanitarios. Mientras que la actual presidenta, la socialista Armengol, sacará a concurso público 5.000 nuevas plazas.
Sánchez ha recordado que en Baleares existe una ley de normalización lingüística que emplaza a la Administración a «impulsar» las dos lenguas oficiales en este territorio reconocidas en su Estatuto, esto es, el castellano y el catalán. Por lo tanto, considera que las políticas lingüísticas de Armengol están «cumpliendo con la ley y el Estatuto».