Sánchez corre a hacerse la foto con el embajador-héroe en Kabul al que echó antes de irse a La Mareta
Moncloa activa una vez más la maquinaria propagandística en la crisis de Afganistán. Pedro Sánchez ha aprovechado este viernes la llegada del último vuelo de evacuación a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) para hacerse la foto, a pie de pista, con el embajador de España en Kabul, Gabriel Ferrán Carrión.
Ferrán Carrión ha sido especialmente elogiado durante estos días por su decisión de no abandonar el país hasta que saliese el último vuelo de evacuación, para ayudar así a los militares. Tal y como prometió, el embajador no ha regresado hasta este viernes, coincidiendo con el fin del operativo.
Se da la circunstancia de que el diplomático fue destituido por Pedro Sánchez el pasado 3 de agosto, en el último Consejo de Ministros celebrado antes de que el presidente socialista iniciase sus polémicas vacaciones en el Palacio de La Mareta (Lanzarote). Sánchez fue muy criticado por no interrumpir su tiempo de descanso en las islas pese a la gran ofensiva de los talibanes sobre Afganistán y no regresó hasta cinco días después de la toma de Kabul, con el operativo de rescate del Ejército español ya en marcha.
Tras negarse a acudir al Congreso de los Diputados, Sánchez ha elegido este viernes un formato más cómodo para hablar de su gestión de la crisis. En una comparecencia en Moncloa, que ha hecho coincidir con el fin de la evacuación, Sánchez ha celebrado el operativo con un eufórico «misión cumplida». Una actitud triunfalista con la que ha elogiado la labor de su gobierno en una de las crisis internacionales más complejas de los últimos años. Incluso ha aprovechado para arremeter contra las críticas del PP. «Se me hace muy difícil comprender por qué se critica un operativo que ha sido calificado como un éxito. Este es el éxito de los servidores públicos. Este es un éxito de país”, ha ensalzado una vez más.
Sánchez se ha aferrado a una imagen victoriosa, pese a que la dirección del operativo ha correspondido al mando de Defensa bajo la incansable coordinación de la ministra Margarita Robles. «España no va a dejar solo al pueblo afgano», ha insistido incluso, sin dar más detalles. El operativo ha concluido con un balance de 2.206 evacuados.
Polémica gestión
La actuación del socialista durante la crisis afgana ha sido muy polémica. Desaparecido en los críticos primeros días, reapareció en alpargatas para presidir, por videoconferencia, una reunión del grupo ministerial y, ya de vuelta en Moncloa, se afanó por buscar la foto con los afganos en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid), donde se rodeó de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el jefe del Consejo Europeo, Charles Michel.
Sánchez se ha limitado a informar de la marcha del operativo a través de las redes sociales. Incluso este mismo jueves, con Kabul bajo alto riesgo de atentado -como luego desgraciadamente se confirmó- el socialista decidió desplazarse a Navalmoral de la Mata (Cáceres) para visitar un hogar de pensionistas. Allí se hizo acompañar de simpatizantes del PSOE, que usó sin éxito para tapar los silbidos y abucheos de sus críticos.
«España condena rotundamente el ataque sufrido hoy en el aeropuerto de Kabul. Nuestra más sentida solidaridad con las víctimas. La comunidad internacional está con el pueblo afgano, velando por sus derechos y dignidad. Trabajamos para evacuar al mayor número posible de personas», escribió después de las explosiones en un ‘tuit’.
Este sábado, Sánchez se hará una nueva foto, esta vez con el Rey Felipe VI, a quien acompañará en la visita a la base de Torrejón para trasladar su agradecimiento a todo el personal que ha participado en el operativo de acogida de los afganos.
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