El Padre Ángel cuenta por qué fue a ver a Franco: «Le pedí una ayuda para los niños, me dio 3.000 pesetas y las devolví»
Recientemente, el padre Ángel se mostró a favor de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos al considerar que será «un alivio para todos» y que «la familia puede tener los restos en otro sitio y sobre todo poner paz».
En la hemeroteca, sin embargo, se puede rescatar una fotografía en la que el sacerdote participa en una audiencia con el dictador, en El Pardo. El presidente de Mensajeros de la Paz lo explica: «Acudí para pedirle dinero para mantener a los niños, le conté que eran hijos de padres separados, y se emocionó. Me dijo que él también lo era», relata sobre la anécdota.
Unos días después, a la casa del padre Ángel llegaron dos motoristas por encargo de Franco. Traían 3.000 pesetas. «Creí que era muy poco dinero para alguien de su nivel y se lo devolví». El desplante hizo intervenir al gobernador civil, Mateu de Ros. Llamó al padre y le dijo que aceptase, «que le había hecho un feo», narra. Los motoristas regresaron, de nuevo con las 3.000 pesetas. Esta vez sí las recogió y desde entonces, las expone en su despacho.
Sobre Franco: «Que lo lleven a un sitio digno»
El sacerdote nunca ha tenido reparo en reclamar a los líderes políticos un compromiso con los colectivos más desfavorecidos. Incluso, como se ve, con Franco. Ahora, no obstante, cree que la solución es sacar sus restos del Valle de los Caídos.
«Si piden que se saquen los restos de Franco, que los saquen y los lleven a un sitio digno», indicó recientemente, añadiendo que, si por él fuese, «dialogaría con la familia más que con los políticos».
«La verdad es que a los más desfavorecidos, a los pobres, les importa un comino lo que esté pasando en el Valle de los Caídos o con los líos del PP. Lo que les importa es que no tienen trabajo y sí la nevera está vacía para su hijos», afirma.
Sobre el Valle de los Caídos, cree que se podría aprovechar «para otras cosas que no sean un problema de convivencia como, por ejemplo, para residencia de mayores o niños». Asimismo, defendió el derecho de «los muertos, de los unos y los otros, y no solo los unos, a descansar en paz lo más cerca de sus pueblos».