Una paciente denuncia el «trato agresivo» de una doctora catalana al pedir atención en español
Una paciente de un centro de salud de Cataluña ha presentado una queja formal en la que critica el trato recibido por parte de una doctora al negarse a ser atendida en catalán.
María, que así llamaremos a la paciente procedente de Extremadura y que prefiere ocultar su identidad, acudió a la consulta del médico en Barcelona el pasado lunes día 7. Según la queja interpuesta a la que ha tenido acceso este OKDIARIO, la doctora comenzó la visita “con mucha amabilidad y cordialidad”. El problema comenzó cuando la usuaria pidió a la doctora que le atendiese en español y no en catalán como lo estaba haciendo.
“Cuando se dirigen a mí hago el esfuerzo de interactuar en catalán pero al tratarse de un problema de salud prefería enterarme bien”, declara.
Fue en ese momento cuando la actitud de la sanitaria cambió radicalmente. A la petición de María, la médico respondió: “¿Cuánto tiempo llevas en Barcelona?”. Cuando la paciente respondió que vivía allí desde hace más de dos años se encontró con esta respuesta, pronunciada en tono cortante y agresivo: “Pues ya tendrías que saber catalán”.
La doctora continuó entonces hablando en catalán y dando órdenes en esa lengua. María decidió no actuar hasta que no se le hablase en español por lo que la profesional “pronunció la misma orden elevando el tono y con un gesto aparentemente de molestia”, según puede leerse en la queja.
A continuación la doctora comenzó a hacerle las pruebas de visión por las que había acudido y a empeorar cada vez más su trato hacia la paciente. “¿Ves las letras?”, le preguntó. María inicia su respuesta intentando explicarle que es capaz de distinguir algunas, pero que las ve muy borrosas, pero la doctora no le permite acabar la frase para decirle en tono hostil “solo quiero que me digas sí o no”.
La sanitaria, que en ese momento ya usaba el español para dirigirse a ella, le llegó a gritar “¡Calla!” en uno de los momentos en los que María intentaba explicarle que la enfermedad oftalmológica que sufre la tiene desde hace años.
Es en ese punto en el que María le cuenta que su hermano, que reside en Galicia, también sufre la misma enfermedad y que por este motivo es sometido a distintas pruebas. La doctora, que apenas escucha su historia, le contesta que le va a hacer “las pruebas de imágenes y punto” porque todo lo demás es “malgastar dinero público” ya que “no se va a curar nunca”.
La deponente aclara en la reclamación que tiene “la certeza de que la falta de empatía y sensibilidad, así como el trato violento recibido” fue como “consecuencia de pedir a la doctora el cambio de idioma para un mejor entendimiento”.
No es la primera vez que la medicina se mezcla con política en Cataluña. El pasado mes de febrero un juez de Manresa imputó a la única pediatra de Balsareny (un municipio de 3.500 habitantes de la provincia de Barcelona) por negarse a atender a un niño de ocho años, hijo de la pareja a la que intentaron quemar la casa el pasado mes de diciembre por tener la bandera española en el balcón.
La doctora es la mujer del alcalde de la población, Isidre Viu (ERC), quien había anunciado en un medio de comunicación local que se propone echar de Balsareny a “los ultras de extrema derecha”.