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Olona revela qué ocurrió hace 20 años en Bilbao por lo que llama «traidor» a Marlaska

La diputada de Voxv ha revelado un episodio ocurrido en 1997 en Bilbao en el que el entonces juez Fernando Grande-Marlaska acusó a un ertzaina y exculpó a sus agresores proetarras.

Cani fernández
La diputada de Vox en el Congreso, Macarena Olona.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

La diputada de Vox, Macarena Olona, ha revelado a través de Twitter un episodio ocurrido en 1997 en Bilbao en el que el entonces juez Fernando Grande-Marlaska acusó a un ertzaina y exculpó a sus agresores proetarras, según informó el diario ABC el 17 de septiembre de aquel año.

Olona ha rescatado la información, que ha acompañado de su intervención la pasada semana en el pleno del Congreso cuando dejó en el aire la razón de la destitución del coronel Pérez de los Cobos.

«Le digo que aflore la verdad y diga a su presidente, al PSOE y a todos los presentes en esta Cámara qué ocurrió hace 20 años en Bilbao, cómo tuvieron que recordarle que la lucha contra ETA no es compatible con la cobardía y qué dejó de hacer como magistrado para evitar que determinada información saliese a la luz pública», aseveró la diputada de Vox durante la sesión plenaria, en pleno huracán por el cese fulminante de Pérez de los Cobos.

Ahora, Olona sigue sin revelar del todo el misterio, pero apunta algunas pistas.

«Hace 20 años fue necesario recordar a #MarlaskaDimisión que la lucha contra ETA era incompatible con la cobardía. Entonces y hoy traicionó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En aquel momento fue la Audiencia Provincial quien revocó la imputación del agente linchado. Hoy la traición exige su dimisión», ha escrito la parlamentaria en la red social.

Según informó ABC aquel septiembre de 1997, el magistrado Grande-Marlaska provocó «estupor» en los sindicatos de la policía autonómica vasca por su decisión de encausar a un agente que disparó al aire para evitar ser agredido durante una manifestación convocada por Herri Batasuna en febrero de aquel año.

«Aquí todos sabemos quiénes son los que torturan, secuestran, amenazan, lesionan, pegan y no respetan», manifestó al diario el portavoz del sindicato policial ERNE, Eduardo López.

Marlaska, según este periódico, alegó «problemas para identificar a los autores de las agresiones a los ertzainas, pero el portavoz de ERNE dijo que la Policía está para facilitar ese trabajo».

Brutal agresión

Los hechos se produjeron durante una manifestación convocada por HB para protestar por el encarcelamiento de su Mesa Nacional.

Según el auto judicial, «la parlamentaria de HB Jone Goiricelaya pidió a los agentes de la Ertzaintza que se habían desplazado al  lugar que se retiraran de la zona ante la posibilidad de que su presencia generase «problemas». En ese instante, siempre según el fallo judicial, una de las patrullas sufrió un «asedio múltiple» y pidió refuerzos. Poco tiempo después llegaron al lugar otras dos unidades con quince ertzainas, vehículos que fueron atacados «brutalmente» con  piedras y tejas. Los agentes se bajaron de la furgoneta para ayudar a los compañeros que habían pedido ayuda y efectuaron algunos disparos al aire al haber perdido en la refriega sus elementos antidisturbios. Los quince ‘ertzainas’, ocho de los cuales dispararon sus armas, sufrieron lesiones».

El diario señala que «el magistrado considera que no puede concretarse suficientemente su autoría. No obstante, el Departamento de Interior, en uno de los dos recursos que presentó al auto del juez Grande-Marlaska, recuerda que en las actuaciones de instrucción figura una diligencia de identificación de personas implicadas en los incidentes. En concreto, cita el nombre y apellidos de cinco ciudadanos y pide que se abra proceso contra ellos».

No imputó a los proetarras

«Aunque el juez reconoce que integrantes en la manifestación cometieron delitos, no les acusa, «al predicarse del conjunto de los ciudadanos la totalidad de derechos constitucionales y, entre ellos, a no adquirir la condición de imputado sin indicio suficiente».

«La sorpresa que ha causado esta sentencia», continuaba la información periodística, «se acentúa por la contradicción que supone que el juez defina a los agresores como «entes ajenos a toda razón humana y propios de los estadios más primitivos en la historia de la evolución», al tiempo que estima que no existen indicios para imputarles delito alguno».

Los sindicatos del Cuerpo Nacional de Policía, entre otros, consideraron «muy grave la decisión judicial». En 1998, la Audiencia Provincial de Bilbao estimó que el ertzaina había actuado de forma proporcionada.

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