La nueva idea ‘feminista’ de Podemos: formará a sus militantes en «deconstrucción de masculinidades”
Podemos exige a sus organizaciones militantes, denominadas internamente como círculos, que fomenten la «formación feminista y de deconstrucción de masculinidades».
El partido de Pablo Iglesias ha elaborado una nueva normativa para regular a sus bases, procedente de la celebración de su tercera asamblea en la que Pablo Iglesias fue reelegido en unas primarias sin rivales. La composición de las nuevas reglas consta de cinco documentos que indican a los círculos del partido cómo deben trabajar y cuáles deben ser sus objetivos y metodologías.
Concretamente, la exigencia que incumbe a la masculinidad se recoge dentro del «reglamento de funcionamiento de los círculos», en el que se ha incluido un apartado de feminismos compuesto por cuatro puntos.
El primero pide que los militantes velen para que «se cumpla con el documento de feminismos» que articula al partido en este campo. Además, incluyen que se debe fomentar y facilitar la participación de las mujeres en la toma de decisiones políticas y organizativas. Este punto, además, está maximizado en otro apartado que establece la obligatoriedad de incluir al menos una mujer en los órganos de dirección de los círculos. Por otro lado, pide que se incentive la «corresponsabilidad de las tareas de cuidados» y remata con la necesidad de «fomentar la formación feminista y de deconstrucción de masculinidades».
La deconstrucción de la masculinidad, otras veces denominada como la «deconstrucción del macho», es una expresión feminista que busca la no relación del hombre con conceptos como la dureza, la fortaleza, el autoritarismo, el poder y la heterosexualidad. En resumen, la búsqueda de la anulación del varón como «macho alfa», término con el que se definió a sí mismo el propio Pablo Iglesias en un chat interno.
Ahora el partido obliga a sus organizaciones militantes a impartir formación encaminada a ello. Cabe recordar que la número dos del partido y ministra de Igualdad, Irene Montero, hizo hace apenas un par de semanas unas polémicas declaraciones en las que negaba la existencia del sexo biológico: «¿Existen los hombres y las mujeres?», se preguntó retóricamente.
El partido pretende con esta medida diluir las diferencias entre sexos, para que las personas dejen de pertenecer a un ‘grupo’ u otro, sino que cada uno pueda definirse a su gusto.
Cuota obligatoria
Otro de los cambios, y quizá el más significativo, de la nueva normativa es el cobro de una cuota obligatoria de tres euros mensuales.
El partido afirma en el nuevo documento que ha pasado de ser «una máquina de guerra electoral a una organización democrática y popular cuya militancia, a partir de su labor política y social en el territorio, se transforma en el eje central para el diseño y desarrollo de nuestra estrategia y plan de trabajo». Ello implica, aseguran, que los simpatizantes tendrán más capacidad de decisión sobre el rumbo de sus políticas. Eso sí, previo pago de una cuota.
A partir de ahora aumentan los requisitos: para ser reconocido como militante es necesario tener verificada la identidad –a través de su portal de participación–, adscribirse a un círculo (grupos de simpatizantes de Podemos) y estar al corriente de pago de la cuota establecida, que se abonará a través de la página web y domiciliando el recibo.