Montero se pregunta si los médicos de la universidad privada «tienen garantías para ponernos en sus manos»

La vicepresidenta María Jesús Montero ha vuelto a la carga contra las universidades privadas. Tras liderar la ofensiva del Gobierno, Montero ha arremetido otra vez contra estos centros.

«El Gobierno se ocupa y se preocupa de la calidad de las titulaciones universitarias. No podemos permitir que proliferen universidades low cost donde abaratan los costes a base de menor cualificación del profesorado, de exigir menos esfuerzo a los alumnos. En definitiva, de no tener los estándares mínimos que permitan asegurar que el médico que se forma o el profesor que se forma tiene todas las garantías para que podamos la sociedad ponernos en sus manos», ha lanzado la también ministra de Hacienda durante su intervención en la inauguración del congreso del PSOE de Córdoba.

Montero ha aseverado que los socialistas no deben «perder la visión de lo que significa la política educativa», que ha definido como «el tronco de la igualdad de oportunidades». Así, ha considerado que «sólo desde la educación pública tenemos capacidad de que los hijos de los trabajadores puedan abrirse camino en plenitud y llegar más lejos, que se democratice la sociedad y que tengan más oportunidades que nuestros padres y abuelos».

Montero ha considerado de «sentido común que se exijan esos mínimos» pero se ha quejado de que «siempre que el Gobierno habla de educación y sanidad pública y critica las iniciativas privadas se les llame radicales».

La vicepresidenta primera ha protagonizado el ataque del Gobierno contra las universidades privadas. Montero criticó la semana pasada que estas instituciones suponen «una amenaza» para la clase trabajadora, llegando a acusar a los alumnos de estos centros de «comprarse el título».

«La universidad privada es la principal amenaza que tiene la clase trabajadora», aseveró en otro acto socialista, también en Andalucía, destacando que la universidad pública supone «un horizonte de esperanza» para esas familias que «sólo a través del esfuerzo, del conocimiento y de la capacitación van a subir escalones en la escala social»,

«No podemos permitir que alguien se compre el título y la formación compitiendo con el hijo del trabajador que no puede comprarse un título y tiene que tener una beca para poder estudiar», añadió la vicepresidenta recibiendo los aplausos de todos los socialistas presentes en el acto. «No lo podemos consentir», reiteró. Montero espetó que «no se puede consentir que una joven que tiene un 13 de nota para entrar en Medicina se quede en la puerta y luego resulte que el que tiene dinero en la cuenta corriente pueda estudiar Medicina con mucha menos nota en una universidad privada».

Unos días después, fue el propio Pedro Sánchez el que lideró este ataque, llegando a calificar estos centros de «chiringuitos».

Se da la circunstancia de que varios miembros del Gobierno han pasado por universidades y escuelas privadas. La vicepresidenta Montero, por ejemplo, oculta en su currículo de La Moncloa que tiene un título en la Escuela de Negocios EADA, privada, como reveló OKDIARIO.

Por su parte, Sánchez se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales en el Real Centro Universitario María Cristina, adscrito a la Universidad Complutense pero de titularidad privada, y posteriormente, se doctoró en la Universidad Camilo José Cela, también privada.

La mujer de Sánchez, Begoña Gómez, no tiene una licenciatura oficial, pues cursó sus estudios en una escuela de negocios privada, Escuela M&B, sin homologación oficial.

Allí recibió el Título Superior en Marketing y Administración de Empresas, sin convalidación oficial. Recientemente, Gómez ha obtenido un diploma en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), considerada la mejor universidad del mundo y que también es privada.