El director de la licenciatura ‘fake’ de Begoña Gómez a OKDIARIO: «No era un título oficial»
José Luis Maldonado acude a la redacción de OKDIARIO y explica que era "un título privado"
"Hacíamos graduaciones en cruceros por las Bahamas y no pedíamos la Selectividad"
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El director de la Escuela Superior de Marketing y Negocios, José Luis Maldonado, confirma en una entrevista con OKDIARIO que el título de Begoña Gómez no era una licenciatura homologada: «Era un título privado y, por tanto, no era oficial. Lo pone muy claro en el diploma que le entregábamos a los que superaban la tesina: Título Superior en Marketing y Administración de Empresas». Los que aparecen en la orla son todos los del curso que acudían al fotógrafo el día de la cita. Explica que en su escuela, durante los 10 años que estuvo abierta, acogió a más de 4.000 alumnos y, como no era un requisito tener aprobada la selectividad, no tiene constancia de si la mujer de Pedro Sánchez aprobó o no lo que en ese momento era la prueba de acceso a la Universidad tras el Curso de Orientación Universitaria (COU).
A sus 82 años, Maldonado corrobora la exclusiva de OKDIARIO de 2018 sobre ese título no homologado, si bien explica que no quiere meterse «en berenjenales». No obstante, afirma que desea hacer varias puntualizaciones sobre la Escuela M&B. En primer lugar, subraya que su Escuela Superior de Marketing y Negocios fue pionera en España. Entre otros aspectos, la titulación era de cuatro años, en lugar de los cinco de las carreras oficiales. Años después, tras el Plan Bolonia, las universidades públicas redujeron sus estudios de grado a cuatro años. Igualmente, aseguraban un verano sin tener que estudiar, ya que los alumnos suspensos en junio tenían exámenes extraordinarios en julio y no en septiembre. Esto hoy día es lo habitual.
Otro de los aspectos clave de esta Escuela –Maldonado asegura que no era una «academia» al no estar registrada bajo esa forma jurídica– era el cuidado de los detalles. Las formas eran tanto o más importante que el fondo. «Éramos muy exigentes con la puntualidad y fomentábamos la presentación de informes con chaqueta y corbata. Los alumnos se graduaban en una ceremonia solemne en el hipódromo de Madrid. Los chicos, con traje esmoquin y las mujeres de vestido largo», recuerda, mientras muestra con orgullo fotografías de ese acto.
«Por aquellos años, el marketing en España no era ni tan siquiera una asignatura en la mayoría los estudios universitarios oficiales y era difícil de entender que tuviera enjundia para dar contenido a una carrera», indica Maldonado, que recuerda que su centro docente tenía forma jurídica de sociedad anónima.
Entre las «grandes innovaciones» que se daba en la escuela que formó a Begoña Gómez estaba también que la promoción para captar alumnos nuevos la hacían los propios alumnos con presentaciones en los últimos cursos de instituto de toda España, incluidas las islas.
Sin selectividad
Todo ello, en unos años en los que se exigía más que ahora en la selectividad y, por tanto, muchos potenciales universitarios se quedaban fuera. En ese marco, la Escuela M&B, como otros centros, se posicionó en el mercado académico sin exigir la selectividad.
«Es cierto que muchos alumnos incluían en su currículum nuestro título superior como licenciatura, para no tener problemas a la hora de cursar másteres de postgrado en otras escuelas de negocio y completar su formación», agrega el director del centro formativo de Begoña Gómez. A los alumnos que no podían pagar los precios (300 euros de matrícula y entre 200 y 300 euros al mes de tasas) se les ofrecía becas.
La Escuela tenía sedes en Madrid y Málaga, pero impartía cursos también en Orense, Zaragoza y Valladolid. En la capital de España estaba en la calle García Paredes, en un bloque de dos plantas. Tenía un hall, 6 aulas para unos 50 alumnos, laboratorio de inglés, sala de informática y biblioteca. Había problemas con la licencia urbanística municipal y a la postre se derrumbó para levantar un nuevo edificio. Maldonado vendió su empresa académica a una escuela de negocios que daba servicio a los antiguos alumnos.
Otro de los puntos fuertes de la Escuela eran sus acuerdos con universidades extranjeras. Entre otros, consiguió un convenio con la Universidad pública de Stirling, en Escocia, que convalidaba los tres primeros cursos y permitía estudiar allí el último año y obtener la doble titulación. Con la Florida International University (FIU), una institución pública de Miami (EEUU), consiguió el reconocimiento de los estudios de grado de M&B para que pudieran sus alumnos realizar un máster en «Marketing internacional» que se creó conjuntamente entre los profesores de ambas instituciones. Para este último logro contó Maldonado con la existencia en FIU de altos cargos académicos forofos de España.
«Recuerdo la anécdota con el decano de la facultad de empresariales de esta universidad que era un fanático de España. Era asiduo –con su mujer- a los actos de graduación de la escuela. Les llevábamos a los toros, al rastro, a tablaos flamencos, etc. Cuando una cantaora les dedicó una canción fue el no va más», comenta el director de la escuela que formó a Begoña Gómez entre risas. «Me llamaba desde EEUU chapurreando español: ‘Mister Maldonado, no olvidar, no olvidar: ¡los toros!’».
Graduación en las Bahamas
Con FIU hacíamos las graduaciones en un crucero por las Bahamas. «Eran muy innovadores», recuerda. Hoy día se anuncian en la pista central de tenis durante el torneo Masters 1000 de Miami que se celebra en marzo.
Igualmente, los alumnos, a pesar de no tener un título homologado por el Ministerio de Educación, tenían prácticas aseguradas en empresas. «En aquella época las empresas consideraban al becario como un latazo, una persona a la que tenían formar. Tuvimos que luchar para que no los pusieran a hacer fotocopias. Queríamos que luego les captaran como nuevos empleados», expresa, mientras muestra un folleto en el que lucía que sus alumnos hacían prácticas en empresas como Alcatel, American Airlines, American Express, Banco Central Hispano, Cepsa, Cortefiel, Deloitte Touche, DHL, Galerías Preciados, Mapfre Vida, Telefónica y Sanitas, entre otras muchas.