Miles de personas arropan a los padres del pequeño Gabriel en la capilla ardiente

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Capilla ardiente de Gabriel Cruz.
Joan Guirado

La sala de actos de la Diputación de Almería, convertida este lunes en un gran altar en homenaje al pequeño Gabriel Cruz, se ha quedado pequeña  para acoger a los miles de almerienses que han querido arropar a los padres de Gabriel en la capilla ardiente que se ha montado en la sede de la institución provincial.

Las paredes se han convertido en un gran mural con dibujos de amigos de Gabriel y otros niños con peces dibujados, en homenaje al pequeño a quien le llamaban “pececito”. Al fondo, el pequeño ataúd de color blanco quedaba tapado por una multitud de flores blancas y una gran fotografía del menor, que arrancaba las lágrimas de las muchas personas que han querido darle el último adiós. También de sus padres, que se han quedado parados durante varios minutos ante el ataúd, recordando a su hijo.

Por la capilla ardiente, que ha abierto a las cinco de la tarde y que continúa abierta, han pasado también varios dirigentes políticos e institucionales como el ministro del Interior Juan Ignacio Zoido, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, o el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando.

Las rostros de tristeza y las lágrimas eran una constante en la cara de todas las personas que han querido acompañar a la familia en estos momentos tan duros, lamentando la crueldad con la que ha actuado Ana Julia Quezada contra el pequeño Gabriel.

Durante toda la tarde no han dejado de llegar flores a la sede de la Diputación, procedentes de lugares tan distintos como el Ayuntamiento de Almería o la Asociación de Vecinos de Níjar.

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