Marlaska recibe informes del día a día de De los Cobos buscando un «paso en falso» para volver a purgarle
El equipo de Marlaska analiza el trabajo del coronel al frente de la Comandancia, donde ya lleva un mes, para encontrar un error que permita cesarle
Marlaska recrudece su venganza contra De los Cobos: volverá a destituirle e impedirá su ascenso a general
Los otros ‘De los Cobos’ purgados por Marlaska: del general que indignó a ERC a la valla de Melilla
Tres años. Ese fue el tiempo que el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos estuvo de forma «ilegal» alejado de su puesto como jefe de la Comandancia de Madrid tras una decisión de Fernando Grande-Marlaska. «Ilegal», tal y como calificó la justicia su purga por parte del Ministerio del Interior, aduciendo que no había «colaborado» al no informar sobre la causa secreta abierta al Gobierno por permitir el 8M. Interior ha encajado una derrota, pero no da por perdida la particular guerra de Grande-Marlaska contra el coronel: el equipo del ministro recibe información puntual sobre el día a día de la Comandancia, en busca de un «paso en falso» para purgarle de nuevo tal y como sospecha su entorno.
Pérez de los Cobos ya lleva un mes en su puesto después de que Interior le haya devuelto la plaza obligado por una durísima sentencia del Tribunal Supremo. Un tiempo relativamente tranquilo en la Comandancia, sin grandes sobresaltos ni operaciones de gran calado. Pero el día a día del mando genera gran interés en los despachos de Interior, donde a De los Cobos aún «se la tienen jurada».
Según explican fuentes del cuerpo a OKDIARIO, De los Cobos es conocedor de que «su trabajo diario» se escruta desde Interior en busca de un «paso en falso» que pueda justificar un expediente de pérdida de confianza que le aparte, de nuevo, de la Comandancia. Datos que se elevan en discretos informes al ministro y su equipo, y que provienen de altos despachos de la Dirección General.
Purga al coronel de la Guardia Civil
Sin embargo, esa nueva purga a la que Interior sometería al coronel no es sencilla de articular legalmente. El departamento de Grande-Marlaska entendía, desde un primer momento, que podría volver a destituir a Pérez de los Cobos alegando pérdida de confianza para el puesto, pero los antecedentes y la inquina confesa que el Gobierno tiene hacia él -le acusó de filtrar información y de utilizar fondos reservados- sería fácil de demostrar en un tribunal ante una nueva venganza. Por eso, el motivo de la destitución debe estar relacionado con algún procedimiento nuevo.
Por otra parte, su cargo en la Comandancia no está blindado. La jurisprudencia y el marco normativo que aplica a los gobiernos en funciones les inhabilita para tomar muchas decisiones. Y entre ellas, el nombramiento y cese de altos cargos de la Administración. Una forma de evitar que un gobierno saliente premie a sus amigos y castigue a sus enemigos. Sin embargo, pese a que el puesto de jefe de Comandancia de Madrid puede ser considerado un alto cargo dentro de la Guardia Civil, su nombramiento no va al Consejo de Ministros. Lo ejecuta directamente Interior, a través de la firma del secretario de Estado de Seguridad y a propuesta de la Dirección General de la Guardia Civil. Por tanto, Marlaska está legalmente habilitado para volver a purgar a De los Cobos. Y en el entorno del guardia civil sospechan que así va a ocurrir. Lo que no saben es cuándo.
Marlaska restituye a Pérez de los Cobos
La decisión de Interior de restituir en el puesto a Pérez de los Cobos ha sido un duro varapalo para el Gobierno de Pedro Sánchez, ya que es la constatación de lo que señalaba la sentencia del Tribunal Supremo que el pasado marzo le daba la razón: lo que hizo Marlaska al destituirle fue «ilegal».
«No podemos concluir más que el motivo de la decisión discrecional de cese era ilegal, en tanto que el cese estuvo motivado por cumplir con lo que la ley y el expreso mandato judicial ordenaban», explicaba la sentencia que le rehabilitaba al frente de la Comandancia y que fue respaldada por el Supremo.
La vuelta de De los Cobos a la jefatura de la Comandancia de Madrid fue recibida con júbilo comedido entre los mandos de la Guardia Civil. Porque incluso allí, en la Dirección General, se sabía que no es una victoria completa y que corre peligro de revertirse. Lo mismo que piensan, pero con más certezas que dudas, en el entorno del coronel.