Rajoy ordena a los suyos negociar un candidato único y que haya «unidad» en los congresos regionales

Mariano Rajoy, Cospedal y Fernando Martínez Maillo
Rajoy, con Cospedal y Martínez -Maíllo, en la Convención Nacional del PP de Sevilla.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Partido Popular exhibió este fin de semana un mensaje claro: máxima unidad. Reelegido por abrumadora mayoría, sin contestación interna, Mariano Rajoy se marcó un congreso apacible. Y lo consiguió con el respaldo unánime a su gestión e imponiendo los mínimos retoques a su Ejecutiva.

En la reunión del Comité Ejecutivo Nacional, el domingo, el presidente insistió en ese mensaje: puso al partido a trabajar para que los próximos congresos regionales se desarrollen sin sobresaltos. Rajoy quiere que esos cónclaves, que en los próximos meses habrán de renovar las direcciones territoriales, sean «de consenso». Si es posible, con una candidatura, y la mínima discordia.

Celebrado su cónclave nacional, el  PP acelerará ahora el motor de la renovación interna. El deseo de Rajoy para que la organización esté actualizada cuanto antes se cumplirá, y los populares concentrarán en dos meses los próximos congresos regionales y provinciales. Empezarán Andalucía, País Vasco, Murcia, Madrid, Asturias y Canarias. Y cerrarán, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, La Rioja y Melilla. Y todos ellos con la novedad, implantada en los nuevos Estatutos, de que los afiliados podrán participar directamente en un sistema de primarias.

A priori, el mandato del presidente parece fácilmente asumible. En la Comunidad de Madrid, el liderazgo de Cifuentes no se discute. Tampoco el de Alfonso Alonso, en el País Vasco, o el de Juan Manuel Moreno, en Andalucía. Todos ellos, territorios clave. Tampoco en Cataluña se prevé tormenta. Xavier García Albiol tiene el respaldo inequívoco de Génova. Lo mismo le ocurre a Luisa Fernanda Rudi, en Aragón-Rajoy le confió el ser la presidenta de la Comisión Organizadora del congreso- y a Cuca Gamarra, en La Rioja. En la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig busca confirmarse como líder con la oposición de José Luis Bayo. Y en Castilla y León es duda todavía quién será el sucesor de Juan Vicente Herrera. 

Prueba de la importancia que Rajoy concede a esta renovación es que el encargado de dirigirla será el recién nombrado coordinador, Fernando Martínez-Maíllo. El ascenso de Maillo, quien seguirá conservando sus funciones de Organización, le confirma como hombre fuerte en Génova, y, desde la dirección nacional, será quien se asegure de que los congresos se desarrollen con absoluta normalidad.

Aunque en el breve encuentro que tuvo con los suyos antes de ser ratificado presidente del PP, Rajoy no hizo mención alguna a un posible adelanto electoral, la maniobra dejaría al partido preparado cuanto antes para convocar un anticipo. Las dudas de Rajoy sobre la aprobación de los Presupuestos Generales y por una posible victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE acercarían esa posibilidad, ya sobre la mesa del presidente del Gobierno.

En cualquier caso, antes de que se produzca el relevo en Ferraz, los populares tendrán sus direcciones renovadas. Y también antes del 3 de mayo, fecha a partir de la que Rajoy podría convocar un anticipo.

El otro encargo de Rajoy, en este caso dirigido directamente al Gobierno, fue el de los Presupuestos. El presidente quiere presentar las Cuentas, y tratar de negociarlas.  Al Congreso llegarán, con o sin apoyos. Una nueva táctica con la que el PP quiere tensar a los socialistas y moverlos a su aprobación. Aunque en Génova y en Moncloa aumentan las voces que los dan ya por perdidos.

 

 

 

 

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