Frente a la demagogia con la que Pedro Sánchez defiende las avalanchas de inmigrantes como «drama humanitario», existe una realidad mucho más dura imposible de maquillar con campañas de marketing. Como muestra, las amenazas que ha sufrido el portavoz del grupo parlamentario Vox, Iván Espinosa de los Monteros, a manos de un agresivo magrebí que le ha amenazado en Bilbao ante la absoluta pasiva de los ertzainas que se encontraban allí.
«¡Racista! Ya no os quiere nadie, aquí sobráis, lo que venís a buscar aquí lo vais a encontrar», le ha recriminado el joven, que ha sido apartado por la Ertzaintza tras haberle amenazado sin mantener apenas distancia con el dirigente de VOX y durante varios minutos.
Espinosa de los Monteros ha participado este jueves en una mesa informativa organizada por Vox Vizcaya en torno a la transferencia de prisiones en Bilbao cuando se ha producido encontronazo con el joven inmigrante, que le ha reprochado que esta formación asegure que los menas cobran 4.000 euros, en alusión al cartel que afirma «Un mena 4.700 euros al mes, tu abuela 426 euros de pensión/mes».
‼ Esto acaba de ocurrir en Bilbao.
Para esto les traen. Para convertirlos en sus mercenarios contra VOX. pic.twitter.com/Vo0DzppPZF
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) July 8, 2021
Durante algunos minutos han mantenido un rifirrafe, en el que el joven se ha encarado con el dirigente de Vox y le ha reprochado su posición con los menores inmigrantes y le instaba a ir a Marruecos a defender su postura.»En Ceuta ya habéis hecho lo que queréis, ya no os quiere nadie, aquí sobráis, lo que venís a buscar aquí lo vais a encontrar», le ha dicho mirándole a la cara y con tono amenazante el joven.
Estas acusaciones han sido rebatidas y rechazadas por Espinosa de los Monteros, que ha negado que Vox sea una formación racista y le ha recriminado su actitud «agresiva» y su «odio».
«Ha venido aquí a provocar, a intentar generar un incidente con unos políticos que estamos ejerciendo nuestro derecho a la calle con nuestros permisos correspondientes», ha manifestado.
A su juicio, eso es lo que se está viendo que el «exceso de permisividad puede generar aún más violencia política amparada, como siempre, por la izquierda y, en este caso, también por el nacionalismo».