Lobato deja al borde de la imputación al ministro Óscar López, ex jefe de gabinete de Sánchez

El líder del PSOE en la Asamblea de Madrid, Juan Lobato, ha puesto en una delicada situación al ministro de Transformación Digital, Óscar López, tras implicarlo indirectamente en la filtración de correos electrónicos personales del abogado del novio de Isabel Díaz Ayuso con la Fiscalía. Esta revelación podría situar a López al borde de una imputación judicial en el Tribunal Supremo. Según fuentes cercanas al caso consultadas por OKDIARIO, Lobato este viernes, al tener que declarar verdad al ser citado como testigo, tendrá que confirmar que la jefa de gabinete de Óscar López le envió correos personales de la defensa letrada de Alberto González Amador pidiéndole que los usara contra la presidenta de la Comunidad de Madrid en la Asamblea de Madrid.

El siguiente paso sería llamar a declarar a la mano derecha de Óscar López, Pilar Sánchez Acera, que se da la particularidad que fue hasta hace escasos meses diputada autonómica en el Hemiciclo madrileño. En ese punto, esa alto cargo del Gobierno podría decir que fue su jefe, Óscar López, quien le pidió enviar el material controvertido al jefe de los socialistas madrileños.

López dio el salto de jefe de gabinete de Sánchez –con rango de secretario de Estado– a ministro del área digital en septiembre de 2024. Por ello se encuentra aforado ante el Supremo y, si el juez instructor, Ángel Hurtado, le imputa, se uniría al dúo de Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado; y Pilar Rodríguez, fiscal provincial de Madrid. Precisamente, un informe de la UCO conocido este lunes ha confirmado que el fiscal general tuvo un papel clave en la filtración de la información sensible a un medio de comunicación.

Cabe destacar que el secretario general del PSOE-M ha cambiado de versión a lo largo del lunes y ha reconocido al fin haber recibido desde Moncloa un correo con información sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, ha descartado hacer pública la conversación «privada» en la que se le remitió esa información y ha anunciado que solicitará una investigación en la notaría donde registró los mensajes.

En rueda de prensa tras la Junta de Portavoces, Lobato abordó la información de Abc, que señala a Pilar Sánchez Acera y que él depositó ante notario para evitarse problemas en el futuro. «Me molesta profundamente que una conversación privada sea expuesta públicamente, porque nunca fue esa mi intención», señala Lobato. Además, niega haber pedido permiso a Sánchez Acera para divulgar los mensajes tras las críticas de sus rivales políticos. El socialista, tras conocer la noticia, en todo caso, sí ha conversado con la dirección nacional del partido y con Sánchez Acera.

Lobato subraya que la colaboración entre miembros del partido en la preparación de plenos y debates es habitual y califica estas dinámicas como «normales» en la política interna del PSOE. Sin embargo, la controversia se agudiza porque seis meses después de la filtración inicial, el líder socialista acudió a una notaría para registrar los mensajes, coincidiendo con el inicio de la investigación del Tribunal Supremo al Fiscal General del Estado, Álvaro García Ortiz, por supuesta revelación de secretos relacionados con la pareja de Ayuso.

El dirigente explicó que acudió a la notaría para garantizar la seguridad de los mensajes en caso de necesitar aportarlos en un procedimiento judicial, aunque afirmó que no solicitó copia del acta notarial ni consultó a la dirección del partido. «Fue algo personal», ha defendido. Además, ha criticado a la notaría por la posible filtración de la información a los medios, cuestionando su confidencialidad y dejando abierta la posibilidad de emprender acciones legales.

En medio de esta polémica, Lobato se enfrenta a un proceso de primarias en el PSOE-M, donde busca revalidar su liderazgo frente a posibles candidaturas alternativas, entre ellas, la de la propia Pilar Sánchez Acera. Al respecto, Lobato declaró que el congreso del partido se desarrollará con normalidad y que serán los militantes quienes decidan el futuro liderazgo.

Preguntado sobre posibles represalias de la dirección nacional del PSOE, ha esgrimido que está enfocado en «hacer política de manera coherente» y no en «escenarios de confrontación». El desenlace de esta crisis podría tener implicaciones tanto a nivel político como judicial para los implicados.