Los etarras Mikel Antza y Ramontxo irán al banquillo por los asesinatos del atentado de Santa Pola
El atentado terrorista del verano de 2002 en la localidad de Alicante mató a una niña de 6 años y a un hombre de 57
Los ex jefes de la banda terrorista ETA Mikel Albisu (alias Mikel Antza) y Ramón Sagarzazu (Ramontxo) se sentarán en el banquillo por el atentado contra la casa-cuartel de Santa Pola, en Alicante, perpetrado el 4 de agosto de 2002, con el que asesinaron a dos personas, una de ellas una niña. El juez de la Audiencia Nacional (AN) Manuel García Castellón ha procesado a los etarras este viernes.
A Mikel Antza y Ramontxo se les imputa los delitos de asesinato terrorista y, como recoge el auto del titular del Juzgado Central de Instrucción Número 6, se les tomará declaración indagatoria. Éste es el trámite con el que se les comunicará su procesamiento de manera formal. Ya en 2012, la Audiencia Nacional condenó a 843 años de cárcel a los etarras Andoni Otegi Eraso, alias Iosu, y a Óscar Celarain Ortiz (Peio) por este mismo caso, dado que fueron los autores del atentado «sin ningún género de duda», resolvió el tribunal. Formaban el comando Ardala.
En el caso de los procesados por García Castellón, tras la investigación se concluye que «desde la perspectiva que ofrece el estudio detallado del funcionamiento y estructura de la banda terrorista, sujeta a una férrea disciplina cuasi militar, se considera que el atentado de Santa Pola se habría decidido por la dirección de ETA», asegura el magistrado.
Además, indica que llevaron a cabo el atentado motivados por ejercer presión y como «medida de castigo para tratar de contrarrestar el proceso para ilegalizar Batasuna en aplicación de la Ley de Partidos Políticos, proceso puesto en marcha con anterioridad a producirse el atentado, y no al revés».
El juez García Castellón ha investigado también la presunta responsabilidad de la cúpula de la banda terrorista en el atentado en esta causa. Además, este jueves el magistrado emitió un auto para reclamar a las autoridades francesas que se agilizara la entrega de cuatro ex jefes etarras a los que investiga por los mismos hechos, y a los que procesaría igualmente cuando se materialice la entrega.
Dichos líderes terroristas son la presa Soledad Iparraguirre, alias Anboto; Juan Antonio Olarra Guridi, Juanvi; Félix Ignacio Esparza, Navarro, y Ainhoa Múgica, Olga. La entrega de todos ellos «dejaría expedita la finalización del presente procedimiento en su fase actual», según detalló el magistrado en la providencia.
La tarde del 4 de agosto de 2002, a las 20:15 horas, un vehículo estacionado junto a la valla de la casa cuartel de la Guardia Civil de Santa Pola estalló. En ese mismo momento, Silvia Martínez, una niña de 6 años, jugaba en su casa y Cecilio Gallego, de 57 años, esperaba al autobús en la parada. El coche bomba mató a los dos.
Txapote y Amaia
A principios de julio, la jueza María Tardón de la Audiencia Nacional procesó a Javier García Gaztelu, alias Txapote, e Irantzu Gallastegui, alias Amaia y a otros 4 ex jefes de ETA por el crimen contra Francisco Arratibel.
Antes de su asesinato, el empresario fue uno de los objetivos de ETA para el impuesto revolucionario con el que chantajeaban a los industriales, por lo que fue objeto de una campaña de acoso. En febrero de 1997, la víctima fue al carnaval de la localidad guipuzcoana de Tolosa con uno de sus hijos, que entonces tenía 12 años. Uno de los terroristas se acercó a él disfrazado, le dio un tiro en la nuca y huyó del lugar.